Obama regaló una cazadora personalizada de aviador al Rey Felipe VI
La Casa del Rey recibió 378 regalos institucionales el año pasado, 52 más que en 2015
La Casa del Rey recibió 378 regalos institucionales durante 2016, un año en el que la actividad del jefe del Estado estuvo marcada por el largo período de interinidad en el Gobierno. Este descenso en la agenda, sin embargo, no se ha visto afectado en la recepción de obsequios respecto al año anterior (326).
En la lista publicada este miércoles en la página web de la Casa del Rey figuran regalos como blusas, bandejas, monedas conmemorativas, DVD, libros, navajas, una réplica de una espada, una cazadora personalizada de aviador (regalada por Barak Obama al Rey), insignias o un fragmento de meteorito. La lista consta de una breve descripción del regalo y de la persona o entidad que lo entregó.
El Rey recibió 143 regalos, mientras que a la Reina le fueron entregados 98. En sus actos compartidos, tuvieron 87. La Princesa de Asturias y la infanta Sofía recibieron 31 obsequios. Por su parte, Juan Carlos I fue distinguido con nueve presentes, mientras que doña Sofía recibió ocho. Juntos, tuvieron dos.
Entre los regalos al Rey figuran muchos libros, CD, pisapapeles, maquetas, lápices de memoria, gemelos, corbatas, bolígrafos y plumas. Pero también algunos obsequios singulares como una réplica de la espada del almirante Miguel Grau Seminario, que le fue entregada por el presidente de la República del Perú, Ollanta Humala durante su visita a España. O una réplica del reloj de Ieyasu, regalo del alcalde de Shizuoka (Japón).
Llama la atención la cazadora personalizada de aviador con que le obsequió el entonces presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, durante su visita a España en el mes de julio, detalle que no trascendió entonces. También resulta sorprendente el fragmento de meteorito argentino Campo de Cielo que le entregó Salvador Sánchez Martínez, cofundador del Observatorio Astronómico de Mallorca, con motivo de la recepción veraniega de Palma. O el sombrero aguadeño que recibió en un hotel durante la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno.
Los libros y los CD también abundan entre los presentes dirigidos a la Reina, así como los abanicos, pañuelos, broches artesanales, pendientes, blusas, incluso productos cosméticos, que recibió de la entonces presidenta de la República de Corea, Park Geun-Hye.
Entre los regalos conjuntos, los Reyes recibieron un violín de carbono de la Universidad de Oporto en la visita realizada a Portugal a finales de noviembre o un rosetón de la catedral de Zacatecas (regalado por el Gobierno del Estado de Zacatecas (México). Otros obsequios recibidos fueron una miniatura del estadio Santiago Bernabéu, deferencia del Real Madrid, o una plancha de la portada de EL PAÍS que les entregó el Grupo PRISA con motivo del 40 aniversario del periódico.
Por su parte, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía recibieron, bolsos artesanales, pulseras, calzado, juguetes, cómics, horquillas, uniformes escolares y camisetas.
Es la segunda vez que La Zarzuela publica la lista de obsequios institucionales recibidos, siguiendo los principios de transparencia inspirados por Felipe VI y a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa de regalos para los miembros de la Familia Real el 1 de enero de 2015. Se trata de regalos relacionados con las actividades de los miembros de la Familia Real y provienen de Administraciones, entidades e instituciones públicas, embajadores o Estados extranjeros.
Para materializar su concepto de “Monarquía renovada”, que, como definió en su proclamación el 19 de junio de 2014, tenía que ser “íntegra, honesta y transparente”, Felipe VI activó un paquete de medidas de inspiración ética. Fijó incompatibilidades a los miembros de la Familia Real, sometió a la Corona a una auditoría externa, como la mayoría de casas reales europeas, marcó un control sobre los regalos que recibe y un código de conducta para el personal de La Zarzuela.
Desde entonces, la Casa del Rey informa a las autoridades y entidades que organizan actos a los que acuden los Reyes de que no aceptan obsequios caros (algo que no fue inusual durante el reinado de Juan Carlos I, al que regalaron el yate Fortuna y dos Ferraris) ni favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. En consecuencia, los obsequios que figuran en la lista se ajustan a los criterios de la normativa.
Los presentes recibidos son divididos en dos categorías: personales y de carácter institucional (provenientes de actos oficiales). Los primeros no se hacen públicos, aunque si su valor superara lo que se considera el uso social de cortesía, son cedidos a entidades sin ánimo de lucro. Respecto a los institucionales, la Casa del Rey y Patrimonio Nacional determinansu uso o afectación, quedando descartados aquellos que carecen de valor histórico o cuyo valor económico es irrelevante.
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