Condena unánime por los altercados en el Casco Viejo de Pamplona

El Gobierno de Navarra, el alcalde Pamplona y todos los partidos han rechazado los altercados vividos la tarde-noche del sábado en Pamplona en el transcurso de una manifestación contra la "represión" y en favor de la amnistía para los presos de ETA., no comunicada a la Delegación del Gobierno y convocada por el grupo ATA (Movimiento por la amnistía y contra la represión).

El Gobierno presidido por Uxue Barkos ha mostrado en un comunicado su "condena rotunda" por lo sucedido y su "tolerancia cero ante quienes pretendan utilizar Navarra, sus pueblos y sus ciudades como escenario de confrontación violenta".

Por su parte, el alcalde Pamplona, Joseba Asiron, de EH Bildu, ha manifestado en Twitter "máxima preocupación" por los "lamentables sucesos" y "solidaridad con vecinos y hosteleros". Ha indicado que ya anoche los servicios municipales comenzaron a limpiar la zona del Casco Viejo afectada.

También ha dejado en Twitter un mensaje el presidente de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Javier Esparza, para quien Pamplona "no se merece volver a vivir esto", después de "años de kale borroka", por lo que subraya que "los violentos sobran en nuestra sociedad".

El grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona ha condenado de forma "rotunda y absoluta" los sucesos violentos. Los regionalistas han denunciado a través de una nota de prensa el "uso premeditado de la violencia por parte de los radicales, que han vuelto a llevar a Pamplona los peores recuerdos de tiempos pasados". "En Pamplona no hay sitio para los violentos, ni debe existir un resquicio de impunidad o justificación", han afirmado.

EH Bildu ha rechazado "contundentemente" unos actos que "buscan entorpecer el camino elegido por la mayoría de la sociedad para avanzar hacia un escenario de paz, de convivencia y de normalización política". En un comunicado, EH Bildu ha reafirmado su compromiso para "trabajar por la soberanía de este pueblo por medios democráticos y exclusivamente pacíficos" y ha rechazado "la utilización de la violencia con fines políticos".

El Partido Socialista de Navarra (PSN) ha lamentado que "siga habiendo quien defiende y ejerce la violencia, que es un camino a ninguna parte". Asimismo, ha reivindicado "la convivencia pacífica y el respeto a los principios democráticos, la defensa de las ideas con la palabra y jamás con cualquier tipo de violencia, sea verbal, física o de otra índole".

Geroa Bai ha mostrado su rechazo y ha reiterado su apuesta por "una política de paz y convivencia". "Creemos que las reivindicaciones, por muy legítimas que sean, no pueden acabar en situaciones como las vividas en el Casco Viejo de Pamplona", señala en un comunicado la coalición.

Por su parte, Sortu ha manifestado que no comparte "ni los análisis ni las estrategias" de los convocantes de la manifestación. El partido de la izquierda abertzale ha asegurado en un comunicado que "tiene claro" cuáles son las "estrategias eficaces y cuáles no" para "hacer frente a la represión del Estado" y para la creación de un "Estado" independiente vasco.

En los disturbios, la Policía Nacional detuvo a cuatro personas, uno de ellos menor de edad, acusados de desórdenes, atentado a la autoridad y daños. Fuentes de la Delegación del Gobierno han indicado de que los cuatro arrestados iban encapuchados y tienen su domicilio en la localidad guipuzcoana de Rentería.

Antes de las detenciones, los manifestantes lanzaron "piedras, botellas y otros objetos" a los agentes que, según la delegación del Gobierno, debido a la gran afluencia de personas en la calle, respondieron con salvas de ruido y "solo algún pelotazo esporádico ante el acoso" que estaban sufriendo.

Según la Delegación, "reventaron un cajero automático" , quemaron siete contenedores entre las calles Navarrería y Mercaderes y dañaron comercios de la zona.