Ibarretxe impulsa a Mas hacia la cima de la independencia
Los expresidentes autonómicos defienden la unidad política y la movilización popular para alcanzar la soberanía en Cataluña y Euskadi
Artur Mas y Juan José Ibarretxe, dos expresidentes autonómicos abrazados y sonrientes, son jaleados en San Sebastián por un auditorio con 1.800 personas entregadas que gritan “independencia” mientras baten sus palmas. Mas e Ibarretxe han alimentado este miércoles las ansias soberanistas de un público mayoritariamente nacionalista al que ambos han reclamado “unidad” entre catalanes y entre vascos para hollar la cima de la independencia de Cataluña y el País Vasco.
La presencia del expresident catalán en Euskadi ha suscitado hoy una expectación muy por encima de la esperada. Inicialmente se iba a celebrar en una sala para 200 personas, pero las peticiones recibidas para escuchar su alegato del derecho a decidir y la defensa del movimiento soberanista catalán obligó a los organizadores –la plataforma ciudadana Gure Esku Dago y la Fundación Lehendakari Agirre- a trasladar el “acto académico” al palacio de congresos del Kursaal, cuyo aforo ha quedado completo.
Mas ha concitado la adhesión plena de la izquierda abertzale, que ha enviado al acto a su plana mayor. No así del PNV, cuya representación ha sido muy amplia aunque sin la presencia de su presidente, Andoni Ortuzar, ni la del lehendakari, Iñigo Urkullu, y su gabinete. Los primeros, encabezados por Arnaldo Otegi (a su lado se han colocado Arkaitz Rodríguez y Marian Beitialarrangoitia, entre otros dirigentes de Sortu), ya han dejado constancia pública de su envidia por la marcha del proceso independentista catalán, cuyo modelo quieren trasladar a Euskadi con la celebración de un referéndum sobre la secesión en 2018.
En el PNV también hay sectores proclives a seguir la misma senda catalana. Joseba Egibar es uno de sus principales exponentes. Antes de escuchar la conferencia de Mas, el portavoz parlamentario y presidente del PNV de Gipuzkoa, ha querido destacar que “la causa catalana es la causa vasca en la medida en que tenemos el mismo Estado enfrente”, al que ha reprochado su negativa al diálogo y a un acuerdo con las instituciones catalanas y vascas. Egibar se ha colocado en las primeras filas del auditorio, junto al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, Itxaso Atutxa y Joseba Aurrekoetxea, el brazo derecho de Ortuzar, ausente en el acto porque tenía comprometida su asistencia a esa misma hora en la presentación de un libro sobre el nacionalismo vasco entre 1977 y 1987.
Una delegación del PNV y de la coalición EH Bildu ha aprovechado la presencia del expresident para entregarle en mano durante un encuentro privado dos acuerdos adoptados por el Parlamento vasco (aprobados con los votos de estos dos partidos y de Podemos) referidos a Cataluña, uno a favor el procés catalán y otro más reciente en solidaridad con los encausados por convocar en 2014 la consulta ilegal del 9-N, entre los que figura Mas.
No había ningún asiento reservado para Urkullu y su equipo de consejeros del Gobierno vasco. La hota de ruta que ha marcado el lehendakari en materia de autogobierno camina a una velocidad distinta y por una vía distinta de la que ahora defiende Mas. Urkullu, partidario de cocinar un acuerdo político en Euskadi para reformar el Estatuto vasco y pactar después con el Estado una consulta legal, renuncia a adoptar en Euskadi medidas rupturistas como en Cataluña.
La tesis del lehendakari se alejan de las que, hoy mismo, ha vuelto a defender Ibarretxe, de su mismo partido aunque mucho más apasionado en la defensa de la vía secesionista. “El proyecto soberanista no puede encallar en Madrid o en Bruselas. Si encalla, tiene que ser porque lo decidan en Euskadi o en Cataluña”, ha afirmado el exlehendakari durante su intervención.
Y ha hecho un símil himalayista para admitir que el País vasco se encuentra más lejos que Cataluña de llegar a la cima independentista. “Nosotros estamos aún en el campo base, después de llegar hasta el campo 2, mientras que los catalanes están en campo 3”, ha expuesto Ibarretxe. Y desde ese punto próximo a la cumbre solo caben dos opciones, ha añadido: “Seguir hasta la cima del Everest o bajar a Katmandú. La ordenación social propia o la unidad nacional española”.
La metáfora le ha servido a Mas para reconocer que lograr un acuerdo entre Cataluña y el Estado “está hoy más lejos que la cima del Everest”. Por eso, ha defendido seguir adelante con el proceso soberanista iniciado con el Estado catalán como objetivo en el horizonte.
Mas e Ibarretxe, eso sí, han coincidido en que para hollar la cima del soberanismo catalán y vasco son necesarias “la unidad política y la movilización popular”, según el expresident; “la unidad entre sociedad civil y las instituciones”, en palabras del exlehendakari. “Junts” y “elkarrekin”, que significan juntos en catalán y euskera, respectivamente, ha sido la receta que ambos han juzgado “clave” para alcanzar la soberanía.
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