La familia de una víctima pide a Estrasburgo que obligue a Bélgica a entregar a una etarra
Las hijas del teniente coronel Ramón Romeo quieren que la supuesta asesina sea juzgada en España
La familia del teniente coronel Ramón Romeo, asesinado por ETA en 1981, ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, con el fin de recurrir la decisión de un tribunal belga de no entregar a la etarra Natividad Jauregui, supuesta autora del asesinato, para que sea juzgada en España.
La demanda, que cuenta con el apoyo de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y del Ministerio del Interior, busca revertir la decisión de la justicia belga de no ejecutar una Orden Europea de Detención y Entrega dictada por la Audiencia Nacional contra Jauregui, detenida en 2013 en Gante (Bélgica) en una operación conjunta entre las fuerzas de seguridad belgas y españolas.
La familia del teniente coronel asesinado ha dado a conocer la presentación de la demanda este martes en la sede de la Fundación Víctimas del Terrorismo en Madrid. Montse, Carmen y Paz Romeo, las tres hijas del fallecido, han explicado que buscan "justicia" y han calificado de "provocación" que Jauregui esté en libertad en Bélgica y viva "como una reina" cuando es "una asesina con todas las letras".
Las hijas de Romeo han estado acompañadas por Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de las Víctimas del Terrorismo; María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo; y Sonia Ramos, directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior.
Ordóñez ha explicado que con esta demanda se impugna una decisión "fraudulenta" y "bochornosa", en alusión a los motivos el tribunal belga para negar, hasta en dos ocasiones, la entrega de la etarra porque argumentó "que en España se le iba a torturar". La directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo ha trasladado el apoyo "incondicional" del Ministerio del Interior a la demanda.
Ramón Romeo fue asesinado en 1981 en Bilbao al salir de una misa en la Basílica de Begoña. Un hombre y una mujer pertenecientes al comando Vizcaya le siguieron hasta el umbral del templo y la mujer le disparó en la nuca. Permaneció dos días en estado grave hasta que falleció.
