Cifuentes enmienda a Rajoy y pide que toda la militancia vote al líder del PP
Los populares de Madrid presentan su propuesta para corregir la ponencia oficial del Congreso
“Un militante, un voto”. El PP de Madrid, que dirige ahora a través de una gestora la presidenta regional Cristina Cifuentes, presentará en el próximo Congreso Nacional del partido a celebrar en febrero una enmienda a la ponencia oficial de estatutos que la corrige y propugna la elección directa de todos los militantes al líder y no como ahora a través de compromisarios. El PP de Cifuentes espera recabar apoyo a sus tesis de otras organizaciones territoriales aunque todavía no ha iniciado ese trabajo de sondeo.
El PP de Madrid, que suma más de 94.500 afiliados y cuenta con 235 compromisarios en el Congreso, es la cuarta organización territorial de este partido después de Andalucía, comunidad valenciana y Galicia, y una de las que disfruta de mayor proyección mediática y política en toda España. Desde que dimitió hace un año la anterior presidenta, Esperanza Aguirre, el PP madrileño es controlado por una gestora que preside Cristina Cifuentes, que ha formado un nuevo equipo y ha sumado 1.600 militantes en este periodo. Cifuentes aún no lo ha confirmado oficialmente pero será la candidata a presidir el partido cuando se convoque el congreso regional, a finales de marzo, y ahora en el cónclave nacional ejercerá de anfitriona, al celebrarse en Madrid, pero no quiere renunciar a sus ideas de apertura y renovación en la organización. Algunos de esos principios, como la reclamación de primarias, los lleva defendiendo desde hace años y en distintos congresos internos.
El PP de Madrid insistirá en esa idea en el Congreso Nacional de los días 10, 11 y 12 de febrero. Y lo hará por distintas vías. Uno de sus militantes más significados, Íñigo Henríquez de Luna, portavoz en el Ayuntamiento de la capital y presidente del distrito de Salamanca, demandará las primarias a título individual. Pero lo más relevante será que la propia organización se apresta a provocar ese debate desde su cúpula actual y busca recabar apoyos en otras estructuras territoriales. Esa labor de sondeo aún no ha comenzado, se deja para las vísperas del cónclave, pero es seguro que encontrará buen respaldo en organizaciones tan relevantes política y numéricamente como la de la comunidad valenciana.
El propio PP nacional montó hace algo más de año y medio una Conferencia Política en la que abogó por esa propuesta de dar voz y voto a todos los militantes, que defendió entonces el presidente andaluz Juan Manuel Moreno, y a la que se sumó con entusiasmo incluso en su discurso la ya entonces secretaria general, Dolores de Cospedal. Ni Moreno ni Cospedal están ahora en ese punto porque entienden que la exigencia de primarias se ha desinflado bastante en el PP.
Los populares madrileños reclaman más avances sociales
El PP madrileño que controla ahora Cristina Cifuentes volcará sus esfuerzos en que se debata y, si es posible, salga adelante su enmienda estrella para el Congreso Nacional del 10 al 12 de febrero en la Caja Mágica de Madrid sobre la votación directa de todos los militantes a los líderes del partido en sus distintas organizaciones. Pero estudia también otras opciones para corregir más aspectos de las distintas ponencias en discusión. La que más interesa, de partida, es la ponencia social que ha coordinado el vicesecretario nacional Javier Maroto. Creen que se ha quedado corta en ambiciones y con enunciados muy genéricos. En su texto, Javier Maroto fue premeditadamente prudente.
En su presentación, antes de Navidades, el propio vicesecretario de Acción Social, Javier Maroto, concedió que no habían querido abordar y fijar posición en asuntos tan polémicos como la reforma de la ley del aborto, la maternidad subrogada o la custodia compartida para cubrir el amplio espectro ideológico actual del PP, pero que esperaba el debate con las enmiendas. El PP de Madrid también estudia enmendar esos textos (tiene de plazo hasta el próximo lunes) para incluir algunos avances que ya se han aplicado en ese sentido en la comunidad por parte del Gobierno de Cristina Cifuentes, en parte forzados por su pacto con Ciudadanos. Cuando se produjeron votaciones sobre esos temas en la Asamblea de Madrid se registraron algunas ausencias y reclamación de libertad de voto en conciencia de diputados conservadores. El PP de Madrid también cuestiona que haya que esperar hasta la apertura de juicio oral para apartar del cargo y de la militancia a un imputado por corrupción como defiende la posición oficial. La alternativa aún está perfilándose.
El PP de Madrid ha formado cinco equipos de trabajo (uno por ponencia) y ha concluido que aún se puede y se debe profundizar más en la iniciativa propuesta ahora desde la dirección nacional de cambiar el sistema de elección de líderes actual que se hace a través de los compromisarios a otro con una votación a dos vueltas (en la primera se eligen los delegados al congreso y en la segunda son estos los que deciden entre los candidatos que superen las condiciones exigidas). Esa fue la innovación que encontró el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maillo, tras establecer una ronda de contactos con los líderes regionales y los principales referentes del partido. No son primarias pero sí se considera un avance, según la mayoría de los responsables territoriales del PP. El PP de Madrid también agradeció la aportación facilitada por Maillo pero quiere ir aún un poco más allá.
Propuesta de Ángel Garrido
El PP madrileño quiere más. El consejero de Presidencia, Ángel Garrido, presidente del comité electoral de la gestora que dirige el partido en la comunidad, defenderá la propuesta de que todos los militantes voten primero en urna (días antes del congreso) por un lado los compromisarios que pueden acudir al cónclave y, por otra parte y en otra urna, que determinen con el sistema de “un militante, un voto” quien debe presidir el partido. Para ser precandidato se exige estar al corriente de pago, llevar más de un año en el partido y recabar más de 100 avales. Luego habría una campaña de 21 días y los que superasen ese listón llegarían al congreso. Allí, el primer día, los candidatos expondrían su programa y explicarían sus ofertas y al día siguiente se produciría la votación entre todos los militantes en las sedes en toda España. Participarían todos los afiliados al corriente de pago que se hubieran inscrito para la primera votación y los presentes en el congreso lo harían en esas instalaciones. Los compromisarios del congreso se dedicarían luego a dar forma y discutir las ponencias y propuestas más ideológicas del partido.
El PP dice que tiene ahora más de 860.000 afiliados y sostiene oficialmente que su modelo de votación indirecta a través de compromisarios es tan democrático como los demás pero más operativo ante su volumen de militantes.
Ángel Garrido cree que los problemas logísticos deberían ser a estas alturas fácilmente superables. El número dos de Cifuentes avisó la semana pasada al vicesecretario nacional de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, de sus intenciones y dice que encontró comprensión porque a la actual cúpula popular le pareció que esas ideas son coherentes con su trayectoria.
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