Condenado a 11 meses por matar a un cachorro con “extrema crueldad”
Un juez de Almería sentencia a un joven que acabó con la mascota del vecino
Francisco F. R., de 20 años, ha sido condenado a 11 meses de cárcel por matar a patadas y a pisotones al perro de su vecino, un cachorro de seis meses, que entró en su propiedad de Cuevas del Almanzora (Almería) cuando mascota y dueño estaban dando un paseo. La sentencia considera probado que el agresor primero le azuzó a su pastor alemán para que lo atacara. Después comenzó a darle patadas por todo el cuerpo, agarrándose incluso a una valla para que le sirviera de apoyo y que los golpes tuvieran “más fuerza”. Luego se subió en el animal y, por último, lo arrojó malherido por encima de la alambrada que separaba su parcela del camino. El perro murió horas más tarde.
Los hechos ocurrieron la tarde del 3 de octubre de 2014. El acusado estaba en su finca de la barriada de El Alhanchete cuando el perro de su vecino, un octogenario con quien estaba dando un paseo, entró en su propiedad. Entonces, “sin motivo alguno” y con “el ánimo de menoscabar su integridad física”, empezó a agredir al animal, que murió poco después por un shock hipovolémico, según dictaminó la necropsia. Francisco F. R. negó la agresión y achacó la denuncia a una supuesta mala relación con el dueño del animal por unos desacuerdos con unas tierras, versión que el juez no se ha creído.
El fallo del Juzgado de lo Penal 2 de Almería destaca que el cuerpo del perro, llamado Tuba, presentaba aplastamiento torácico y abdominal y múltiples hematomas, causados por los golpes y por la “presión extrema” a la que fue sometido. Descarta otros motivos, como el ataque previo del pastor alemán. Además de los 11 meses de cárcel por un delito de maltrato animal, Francisco F. R. ha sido inhabilitado durante dos años para ejercer profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y a pagar una indemnización 100 euros al dueño del perro.
El magistrado Fermín Villarrubia ha dado credibilidad al relato del denunciante, que durante el juicio relató la “saña” con la que actuó el agresor. Dijo también que cuando se subió sobre el animal para golpearlo, lo pisó “como se pisa la uva”. El juez subraya, además, “el extremo sufrimiento y crueldad” de la acción de maltrato contra el animal y el “especial ensañamiento” contra un perro que “no comportaba ningún peligro” ni para el acusado ni para sus bienes.
Por este motivo se ha decantado por imponer la pena en su tramo superior y la ha fijado en 11 meses de prisión. La sentencia se puede recurrir ante la Audiencia de Almería. Sobre los 100 euros de indemnización, la cantidad obedece a la tasación pericial y no fue discutida por ninguna de las partes en el juicio, aunque al magistrado le parece “pequeña” en relación con “la repulsa que debe merecer este tipo de maltrato a los animales”.
Además de la fiscalía, en este procedimiento ha ejercido la acusación popular la asociación para el rescate y protección de la fauna Equinac, que ha destacado la importancia del fallo y lo elevado de la condena. Su coordinadora, Eva Morón, ha puesto el acento en la necesidad de que se transmita la idea de que el maltrato animal “no queda impune” y de que los jueces, en casos como este, no apliquen el artículo del Código Penal que permite dejar en suspenso una pena privativa de libertad si es inferior a dos años.
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