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Podemos pierde la iniciativa en las negociaciones en el Congreso

Las tensiones internas minan el trabajo parlamentario del partido por fallos de coordinación

Francesco Manetto
Pablo Iglesias, Íñigo Errejón e Irene Montero, este miércoles en el Congreso.
Pablo Iglesias, Íñigo Errejón e Irene Montero, este miércoles en el Congreso. ULY MARTÍN

Podemos ha perdido la iniciativa en negociaciones parlamentarias decisivas para demostrar el alcance de la oposición en esta legislatura como la derogación de la ley mordaza o la subida del Salario Mínimo Interprofesional pactada por el PP y el PSOE. Con esta última iniciativa, el grupo de Unidos Podemos se había apuntado un tanto al llevarla la semana pasada al Pleno y lograr que se tramitara su aumento, pero finalmente se quedó descolgado de la negociación y el PSOE se le adelantó.

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“Ahí solo veo una actitud de sacarle una patata del fuego al PP para apoyarle en el techo de gasto. No entiendo cómo se pueden apoyar avances sociales en el Parlamento, pero después escoltar al Gobierno en mayores recortes o en una política económica que como ya hemos comprobado no es efectiva”, explicó este jueves el portavoz parlamentario del partido, Íñigo Errejón, en referencia al diálogo de los socialistas con el Gobierno. Con respecto a la ley de seguridad ciudadana afirmó: “No he entendido mucho que [el PSOE] llevara una moción en contra de diferentes puntos de la ley mordaza, cuando ya hemos demostrado que tenemos mayoría suficiente en el Parlamento como para derogarla”.

Estos episodios reflejan que las tensiones que atraviesa la dirección de Podemos, inmersa en la preparación de su próximo congreso, repercuten también en la actividad parlamentaria del partido. Diputados de todos los sectores señalan que hay falta de comunicación, problemas de asesoramiento técnico y ausencia de protocolo en la presentación de iniciativas. Desde la sesión constitutiva de las Cortes, celebrada en julio, los diputados de Podemos se han reunido en contadas ocasiones. Este jueves volvieron a verse ante el malestar que esta situación genera en las filas del partido.

Dirigentes de la formación admiten la falta de experiencia en las Cortes. “Ese funcionamiento a veces requiere más deliberación que la que admite los plazos de la institución y estamos intentado conciliar esas dos cosas, el reconocimiento de un grupo confederal [en el que además de Podemos se integran En Comú Podem, IU, En Marea y Equo] con el funcionamiento y los ritmos de la institución. Estoy moderadamente satisfecho, pero hay que seguir engrasando la maquinaria”, dijo Errejón.

En el partido se reconoce además que las victorias y derrotas políticas en el Congreso no dependen solo de la posición final de las distintas fuerzas o de la cantidad de proposiciones registradas. En esta legislatura Unidos Podemos ya ha presentado más de 90 PNL ante el Pleno, pero la eficacia del trabajo depende también de las negociaciones, de la capacidad de ceder o presionar en los momentos oportunos y del conocimiento estricto de las reglas del juego y de los plazos.

Iglesias no acudió a la reunión del grupo y tampoco presenció la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la Comisión Constitucional, en la que él es portavoz. Le sustituyó Xavier Domènech, de En Comú Podem. La dirección atribuyó su ausencia a que en la sesión se abordaban los planes del Gobierno sobre el encaje de Cataluña.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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