Cerco a la mafia georgiana que comete el 60% de los robos en Madrid
La policía detiene a 60 personas por pertenecer a una red especializada en asaltar pisos
Las fuerzas de seguridad han asestado este martes un severo golpe a los vor v zakone, una banda transnacional de origen georgiano especializada en desvalijar pisos. Un total de 60 personas vinculadas a este grupo han sido arrestadas en Madrid y otras ciudades en el marco de una operación coordinada por la Fiscalía Anticorrupción y la titular del Juzgado Central de instrucción 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.
Los investigadores conectan las detenciones con la Operación Aikon, que se saldó en julio de 2015 con una treintena de arrestos.
El Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional investiga de cerca desde hace meses los movimientos en España de la mafia georgiana de los ladrones en ley. La Policía les atribuye el 60 % de los robos cometidos en domicilios en la Comunidad de Madrid, según reveló EL PAÍS. Durante el primer trimestre de este año, 4.516 viviendas madrileñas fueron asaltadas, según el Ministerio del Interior.
La banda de los vor v zakone tiene medio centenar de miembros. Su jefe es presuntamente el ladrón en ley (jefe) Zviad Darsadze, de 44 años, un extrabajador de una empresa de compraventa de frutas y hortalizas de Guadassuar (Valencia) actualmente en prisión. La estructura de la red es jerárquica. Así, Merab Toroshelidze se encargaría de colocar en el mercado los productos robados. Y también suministraría los juguetes, que es como la banda denomina a las ganzúas e inhibidores de frecuencia que son adquiridos en una tienda de artículos de espionaje del centro de Madrid.
Las pesquisas revelan vínculos del vor Darsadze con homólogos en Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza y Grecia. La Policía relaciona al ladrón en ley de España con una empresa que roba coches en Bélgica y Alemania para su posterior venta en Europa del Este.
La banda actúa en grupos de cuatro. Dos vigilan en el exterior de las viviendas móvil en mano mientras que el resto comete el asalto en sigilo. Un marcador, plástico transparente de una cajetilla de tabaco situado entre el marco y la puerta, confirma previamente que hay vía libre.
Los ladrones en ley combinan las ganzúas con el eficaz magic key, un artilugio reservado para cerrajeros profesionales pero que se puede comprar por Internet sin dar explicaciones. El aparejo posibilita abrir un portón acorazado en quince minutos y fabricar una llave con la puerta cerrada. Otra variante es el bumping, una técnica que consiste en introducir una llave en la cerradura y golpearla con un objeto hasta que cede.
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