Puigdemont avisa de que el proceso contra Homs dificulta el diálogo
El Congreso aprueba el suplicatorio contra el diputado catalán con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos
El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, advirtió este martes al Gobierno de que el proceso judicial contra el portavoz de la antigua Convergència en el Congreso (hoy Partido Demócrata Catalán), Francesc Homs, por la consulta del 9-N dificulta el diálogo entre ambas Administraciones. Puigdemont viajó a Madrid para afirmar que la aprobación del suplicatorio en el Congreso que permitirá juzgar a Homs, con los votos a favor de PP, PSOE y Ciudadanos, reduce a “mera retórica” la oferta de entendimiento del Ejecutivo.
“La democracia está seriamente en peligro”, sentenció el presidente catalán en un hotel de la capital acompañado de la plana mayor del independentismo, poco antes de que comenzara en el Congreso el pleno que aprobó el suplicatorio para juzgar a Homs, con los 248 votos a favor de PP, PSOE y Ciudadanos y los 91 en contra de los nacionalistas catalanes y vascos, Unidos Podemos- En Comú- En Marea, Compromís, Bildu y Coalición Canaria. El día siguiente al ofrecimiento de “diálogo” que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo en Barcelona para resolver el conflicto catalán, el máximo responsable de la Generalitat echó agua fría y avisó de que el entendimiento entre ambas Administraciones nace dificultado por el proceso judicial contra los independentistas, que a su juicio debilita al sistema democrático.
“Hoy, la coalición gubernamental española”, dijo Puigdemont citando a PP, PSOE y Ciudadanos, los tres partidos que sacaron adelante con sus votos el suplicatorio de Homs, “llenarán de más piedras la maleta del diálogo y lo harán más difícil. Añadirán dificultades a una tarea muy compleja en estos momentos. Y es exactamente ir en la dirección contraria a lo que es necesario”. El presidente catalán enfatizó con toda solemnidad que el Congreso escribió este martes una “página vergonzante del parlamentarismo español” al aprobar la autorización para que el Tribunal Supremo pueda juzgar al antiguo número dos de la Generalitat. Homs está imputado por desobediencia, malversación y prevaricación administrativa al participar en la organización de la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, suspendida por el Tribunal Constitucional. Puigdemont consideró que la actuación del PP, aprobando con sus votos el suplicatorio en el Congreso, convierte en “mera retórica y simple gesticulación y declaración de intenciones” la nueva estrategia del Gobierno con Cataluña. Ahora bien, el presidente catalán no dio por roto ese diálogo.
Muestra de ello es que desde Cataluña, la consejera y portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté, reiteró que la Generalitat aspira a establecer una relación bilateral con el Gobierno central —“Nos hemos ganado ese derecho”, recalcó— no solo para abordar la financiación autonómica, sino para tratar las 46 reivindicaciones que Puigdemont planteó hace meses a Mariano Rajoy —entre ellas figura el referéndum, el traspaso de la competencia sobre becas o la red de cercanías— y que no han sido atendidas. Munté insistió en que Puigdemont no acudirá a la conferencia de presidentes porque no creen en un modelo de financiación que estiman caduco, informa Ángels Piñol.
Junto al presidente catalán comparecieron en el acto de apoyo a Homs en Madrid su vicepresidente, Oriol Junqueras, el expresidente Artur Mas, y parlamentarios de Junts Pel Sí, así como diputados en el Congreso de los grupos que votaron en contra de autorizar que Homs sea juzgado: Unidos Podemos, PNV, Compromís y Bildu. Mas defendió con vehemencia que el suplicatorio y el juicio son “una vergüenza para España entera”, y sostuvo que al diputado se le juzga por “defender una idea pacífica, con amplios apoyos sociales en Cataluña”, esto es, la independencia. El expresidente catalán hizo un llamamiento especial al PSOE para que reflexionara su posición. Los socialistas explicaron, sin entrar al fondo del asunto que, aunque apuestan por reducir los aforamientos, apoyan el suplicatorio de Homs porque no hacerlo le colocaría en una “situación de privilegio” respecto a otros dirigentes encausados por el proceso independentista catalán (como el propio Mas) al impedir que sea juzgado. Los diputados que acompañaron el acto de apoyo a Homs rechazaron la “judicialización” de un problema político. Podemos, que aunque rechaza los aforamientos se opuso al suplicatorio, cree que el de Homs es un “juicio por una razón política”, dijo Íñigo Errejón, su portavoz.
El suplicatorio fue debatido y aprobado en el Congreso a puerta cerrada, como dicta el Reglamento de la Cámara Baja, aunque el propio Homs había pedido que se hiciera en abierto. "Lo volveríamos a hacer y lo volveremos a hacer", defendió desde la tribuna el diputado catalán en el debate, según fuentes parlamentarias. Homs señaló, en todo caso, que seguirán insistiendo en buscar un acuerdo con el Gobierno central. "No nos cansaremos de estar dispuestos al diálogo", dijo de puertas adentro. Tras el debate, Homs compareció en el escritorio del Congreso y sentenció: "Aquí, ni diálogo, ni puñetas".
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