El móvil sitúa al presunto asesino de la familia de Pioz en la escena del crimen

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara ha levantado este viernes el secreto de sumario que pesaba sobre la investigación del brutal crimen de Pioz (Guadalajara), donde la Guardia Civil encontró el pasado 18 de septiembre a una familia degollada, descuartizada y metida en bolsas de plástico dentro de un chalé. Brasil ha solicitado todas las actuaciones sobre el caso de ese cuádruple asesinato, vía comisión rogatoria, para iniciar el proceso penal contra el principal sospechoso, Patrick Nogueira, sobrino de una de las víctimas, allí en Brasil, donde se encuentra desde el 22 de septiembre. Solo las partes personadas en el procedimiento podrán tener acceso al sumario, según lo dispuesto en ese último auto del juez.

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El presunto asesino adelantó su regreso tomando un avión a su país al día siguiente de que se descubrieran los cadáveres de su tío Marcos Campos Nogueira, su mujer, Janaina Santos Américo, y los dos hijos pequeños de ambos, de cuatro y un año. Interrogado por la policía brasileña —en presencia de un abogado contratado días antes por su propia familia—  en Joao Pessoa, su ciudad de origen, aseguró que se fue corriendo "por miedo a ser el siguiente" y justificó la presencia de sus huellas en la escena del crimen por el hecho de que durante un tiempo convivió con sus tíos y sobrinos.

Delatado por el móvil

Sin embargo, un detalle más, de las llamadas "pruebas indubitadas" que llevaron a los agentes de la Guardia Civil a dar el caso por resuelto pese a no haberlo detenido, le sitúa en ese chalé a las afueras de Pioz el día en el que se supone que se produjo el crimen, el 17 de agosto, cuando Marcos faltó de su trabajo en un restaurante de Alcalá de Henares sin dar explicaciones. Según ha confirmado este viernes el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, una prueba de geolocalización de su teléfono móvil le ubica exactamente en la casa, donde supuestamente pasó gran parte de la noche limpiando y borrando huellas, para después tomar un autobús con destino a Guadalajara.

Los investigadores apuntaron inicialmente a la participación de "sicarios profesionales", por lo "metódico" y sanguinario del crimen. Sin embargo, el descubrimiento de un quinto miembro familiar que no había dado señales de vida, que tampoco había denunciado la desaparición de sus parientes, y que había huido hacia Brasil nada más descubrirse los cadáveres, convirtió a Patrick Nogueira en el principal sospechoso y hasta ahora único presunto autor del cuádruple asesinato.

Choque con la justicia brasileña

La justicia española ha chocado de bruces con la brasileña en este caso, que se acoge a la imposibilidad de extraditar al acusado porque la Constitución brasileña no permite la extradición de nacionales y han solicitado la remisión, vía comisión rogatoria, de todas las actuaciones policiales y judiciales realizadas en España, para iniciar los trámites de un proceso penal en Brasil, una petición que será cumplimentada en los próximos días.

Los restos de los cuatro miembros de la familia permanecen en Madrid a la espera de que Walfran Campos, hermano del padre de la familia asesinada, pueda llevárselos de vuelta a su país para darle sepultura. A falta de mayor ayuda del Gobierno de su país o del consulado aquí en España, ha abierto una cuenta en el Banco de Sabadell (ES 76 0081 0144620002039405, BIC: BSaBEssb) y ha contactado con asociaciones de compatriotas brasileños con el fin de lograr reunir los aproximadamente 25.000 euros que se estima puede costar la repatriación de los cuerpos.