Errejón evitará abrir una guerra ante la reafirmación de Iglesias

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, prepara para este fin de semana la reafirmación de su liderazgo y estrategia frente a su número dos, Íñigo Errejón. El secretario general acude al consejo ciudadano del sábado, máximo órgano de dirección, con la balanza inclinada a favor de su defensa de una formación contrapuesta al sistema y que no sea moderada. En la reunión, a la que está invitado también el grupo parlamentario, los errejonistas evitarán abrir una nueva guerra interna.

Iglesias busca que el consejo ciudadano reconozca que su estrategia, que considera mayoritaria además en la dirección hasta ahora, ha sido la correcta, como en su opinión ha demostrado lo sucedido en el PSOE. “Hemos comprobado que el PSOE no quería un Gobierno con nosotros, y por eso estábamos en lo cierto cuando dijimos que no nos íbamos a arrodillar. La estrategia de resistencia frente al abrazo del oso ha sido la correcta”, subrayan fuentes de la dirección cercanas al secretario general.

Frente al “intento de ser domesticados”, Podemos optó por no aceptar el acuerdo de Gobierno que Pedro Sánchez quiso hacer a tres bandas, también con Ciudadanos. La dirección del partido votó no a la investidura de Sánchez y ahora se reafirma en que no se equivocó. El debate, sin embargo, se abrió entonces en los órganos internos, y los dirigentes cercanos a Errejón defendieron la necesidad de reflexionar sobre la posibilidad de la abstención, o incluso de permitir un Gobierno del PSOE en solitario sin pedir nada a cambio. “Esas tesis han salido cuestionadas. Esas voces que valoraban la abstención o incluso dar gratis nuestros votos para un Gobierno del PSOE con sus 85 diputados salen derrotadas. Porque es evidente que no habría sido un Gobierno del cambio”, inciden en la dirección. “Este consejo tiene que tener un reconocimiento de que esas tesis eran las correctas”, enfatizan. Reafirmada su estrategia, el líder del partido defenderá que Podemos tiene que mantener la misma línea: situarse contra el sistema, “politizar el dolor”, y rehuir de la moderación. “Somos una fuerza impugnatoria, no podemos buscar una moderación porque los consensos siguen rotos”.

Según los partidarios de Errejón, en cambio, la dimisión de Pedro Sánchez, la crisis de los socialistas y la posibilidad de que se forme Gobierno, limitan el debate interno y el margen de actuación del partido, al menos a corto plazo. Además, insisten en su rechazo a situarse en el mapa político a partir de su relación con el PSOE. Por esta razón, el sector encabezado por el secretario político evitará un enfrentamiento directo en el consejo ciudadano —aunque sí habrá debate, y quizá salga un primer calendario que fije el congreso estatal previsto para principios de 2017—, ya que consideran que no procede plantear ahora esta discusión. Errejón, por el momento, se centra en defender públicamente su proyecto y en señalar que la dicotomía entre calle e instituciones es falsa. Rechaza, además, que su idea de Podemos se encuadre dentro de la moderación. “Creo que no hay menor contradicción entre la transversalidad y la radicalidad, sino que solo pueden ir de la mano”, afirmó.

La disputa seguirá, en cualquier caso, en los ámbitos autonómicos. En Madrid, la candidatura encabezada por la portavoz en el Ayuntamiento, Rita Maestre, y un grupo de cargos públicos próximos a Errejón continuará su pugna por el liderazgo con el proyecto más cercano a Iglesias, el que encabeza el portavoz en el Senado, Ramón Espinar.

Antes de buscar la aprobación de su dirección, Iglesias se dirigirá este viernes a sus bases en un encuentro que pretende reactivar a los círculos y a la militancia. Los argumentos que, según su equipo, esgrimirá en esta cita son parecidos a los que expuso el miércoles por la noche en la presentación de un libro. “La idea es la de aprovechar las posiciones conquistadas en la sociedad”, señalan, para seguir por el mismo camino. Es decir, Podemos no tiene que cambiar y parecerse más a la sociedad, como defienden los errejonistas, sino abundar en los que le ha permitido llegar a tener 71 diputados en el Parlamento y profundizar sus lazos con la calle y los movimientos sociales.

Tres discusiones

La dirección de Podemos afronta, fundamentalmente, tres debates internos que se ven reflejados también en batallas de liderazgo. La formación se encuentra en una encrucijada y tiene que decidir qué quiere ser de mayor. La discusión interna se suele describir con una disyuntiva. Puede ser un partido más radical, recuperando sus esencias de izquierdas, e instalarse en una oposición al sistema, como defiende Iglesias. O puede buscar modular su discurso para ganar apoyos, sobre todo entre los votantes socialistas, como intenta Errejón. Para alcanzar un objetivo u otro tiene que resolver, de entrada, tres cuestiones. En primer lugar, qué hacer con su base teórica populista. En segundo lugar, qué tipo de relación busca con el PSOE. Y por último, qué papel tienen que desempeñar sus militantes. Iglesias ya ha marcado el camino. </CL>