El PSOE basará su ‘no’ a Rajoy en las lagunas del pacto entre el PP y Ciudadanos
Sánchez prevé incidir en puntos clave pactados en febrero con Rivera como la reforma laboral o la derogación de la LOMCE
Pedro Sánchez armará el voto en contra del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy alrededor de algunas de las políticas más controvertidas del PP, en las que Ciudadanos parece dispuesto a hacer concesiones al PP en su actual negociación con los populares. El secretario general socialista prevé eludir la presión para abstenerse incidiendo en puntos claves acordados en febrero con Ciudadanos, como otra reforma laboral o la derogación de la LOMCE.
A falta de conocer en detalle el contenido de las conversaciones para que el presidente en funciones obtenga el respaldo de Ciudadanos, en el PSOE destacan que no se incluyan estas políticas frente a las potenciales coincidencias que sí aparecían en el acuerdo de 200 puntos con que Sánchez afrontó, con el voto a favor del partido de Rivera, sus dos investiduras fallidas en marzo. La presión que los equipos de negociadores de PP y Ciudadanos buscarían sería, a juicio de los interlocutores del PSOE, con políticas de menor calado que no afectarían a los ejes programáticos del PP.
La reunión que la ejecutiva permanente del PSOE mantuvo este lunes durante casi dos horas se ha centrado en la preparación del discurso de Sánchez en la investidura de la próxima semana de Rajoy. Su intervención en las Cortes, ha señalado Óscar López, buscará un “debate sereno en el que se justificará el no a Rajoy con mil argumentos”. “Defendemos una enmienda a la totalidad de las políticas económicas y sociales del PP. Por coherencia y por ética: hemos pedido la dimisión de Rajoy, presidente además de un partido imputado”, ha subrayado el portavoz en el Senado y vicecoordinador de la última campaña electoral.
La aparente congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cuyo incremento también fue incluido hace seis meses en el pacto entre las formaciones de Sánchez y Albert Rivera y que no parece prioritario en las negociaciones entre PP y Ciudadanos, es otro de los ejemplos que ponen en Ferraz para argumentar el no a Rajoy. “El nuevo Gobierno aprobará en 2016 una subida del SMI de al menos el 1% con el fin de ir recuperando su pérdida de poder adquisitivo, que ha alcanzado en los últimos años el 4,1%”, recogía el acuerdo “para un gobierno reformista y de progreso”.
Salario mínimo
Prueba de la trascendencia que en Sánchez otorga a la mejora de la dotación del SMI es que el programa electoral del PSOE para las elecciones generales del 26 de junio recogía una mejora del salario mínimo. El candidato socialista se comprometía a la “subida inmediata del salario mínimo en un 4% para alcanzar el 60% del salario medio neto en dos legislaturas”, esto es de 656,20 euros al mes a 681,40 euros, mejorando su acuerdo con Ciudadanos.
La supresión de la reforma laboral aprobada bajo el mandato de Rajoy también cobra especial protagonismo. En su acuerdo con el PSOE, Ciudadanos accedió precisamente a abandonar el contrato único, una de las medidas estrellas con que afrontó las elecciones generales del pasado 20 de diciembre. El pacto Ciudadanos-PSOE reducía a tres los tipos de contrato laboral. El indefinido se mantenía sin cambios y el temporal (pasaba a denominarse contrato estable y progresivo) se limitaba a un periodo de dos años. Además, no solo se aumentaba la indemnización por despido, sino que también lo hacían los incentivos para que este tipo de contratos pasaran a ser indefinidos. El programa electoral del PSOE para el 20-D simplificaba entonces los modelos de contratos en tres: formativo, temporal e indefinido.
La derogación de la LOMCE, en la que PSOE y Ciudadanos coincidieron en un primer momento para distanciarse meses después en el Congreso, es otro de punto insalvable para los socialistas. El compromiso de “paralizar con carácter inmediato el calendario de implantación” de la LOMCE “en todos aquellos aspectos que no han entrado en vigor” apenas tuvo recorrido. Dos meses más tarde del acuerdo suscrito entre Sánchez y Rivera en el Congreso, las diferencias entre los dos partidos sobre el modelo educativo quedaron patentes. La proposición de ley del PSOE para frenar la reforma educativa, la primera que se tramitaba en pleno en el Congreso en la legislatura y que por cuestiones prácticas era inviable aplicar, salió adelante a principios de abril con la abstención del partido de Rivera y el voto en contra, en solitario, del PP.
El secretario general del PSOE hará énfasis en la persistencia de las políticas citadas, a la espera de conocer a lo largo de los próximos días los avances en las negociaciones entre PP y Ciudadanos. “La reunión de la ejecutiva ha sido de trabajo. No se ha discutido sobre la posición política del PSOE, que está clara y es el no a Rajoy y al PP”, zanjó este lunes López. Sánchez ya adelantó la semana pasada que, llegado el caso, votarían en contra de los presupuestos de 2017 que presentase un Gobierno del PP.
Comité federal
El PSOE no había recibido, a día de este lunes, ninguna petición formal por parte de alguno de sus líderes territoriales para celebrar un comité federal en el que los socialistas se replanteen su voto en contra de la investidura de Mariano Rajoy y la posibiliten con su abstención. La dirección del partido tampoco tiene previsto formularla. “De momento, no se ha puesto esa posibilidad encima de la mesa”, aseguró Patxi López, secretario de Acción Política y Ciudadanía. “No hemos hablado nada de eso”, coincidió Susana Sumelzo, secretaria de Administraciones Públicas. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, planteó en este diario que la convocatoria del máximo órgano de control del PSOE entre congresos pueda producirse después de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre.
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