Ciudadanos solo apela al origen catalán de Rivera en Cataluña

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La dirección de Ciudadanos ha roto la unidad de su propaganda electoral para lanzar un eslogan exclusivo para Cataluña: Un presidente catalán para cambiar España. El partido de Albert Rivera apela en esta comunidad a las raíces catalanas de su candidato, y a las de la propia formación, como la mejor garantía para resolver las tensiones territoriales que afectan al país. Al tiempo, sus dirigentes subrayan como una anomalía que el general Prim haya sido el último presidente catalán con responsabilidades prolongadas al frente del Gobierno. Apelan al lado más emotivo de los electores, a los que ofrecen “un nuevo proyecto común como forma de patriotismo”, en palabras de José Manuel Villegas, jefe de la campaña de Ciudadanos.

¿Por qué reservar ese eslogan solo para Cataluña? ¿Quita votos en el resto de España el mismo mensaje que los da en Cataluña?

“No. Somos nuevos pero no tontos. Sabemos que es imposible hacer discursos contradictorios”, niega Villegas, quien cree que el lema catalán es combinable con el Tiempo de acuerdo. Tiempo de cambio que usa el partido en toda España. “En Cataluña, el proceso separatista está en vía muerta. Toca pasar pantalla”, continúa. “Es el momento en el que una mayoría de catalanes, esa centralidad sociológica en Cataluña, puede apostar por reformar España y no por romperla. Eso es lo que estamos presentando: qué mejor ejemplo para esa participación de los catalanes en el proyecto común que el de un candidato a la presidencia que es catalán; y el de un partido que nació en Cataluña”.

Ciudadanos juega esa baza sentimental. Después de liderar la oposición en Cataluña, busca atraer a los electores con la promesa de que Rivera será capaz de ponerle acento catalán a una nueva estrategia gubernamental para suavizar las tensiones territoriales de España.

Decantar mayorías

“Queremos un eslogan distinto en Cataluña porque lo que está pasando en Cataluña merece tener un eslogan propio”, defiende Fernando de Páramo, secretario de Comunicación. "Ha habido partidos de origen catalán que han influido a nivel nacional para decantar mayorías a cambio de tapar la corrupción, como vimos con los Pujol en Convergència”, añade. “Esta vez un partido de origen catalán puede formar parte de un Gobierno y cambiar este país”.

"El eslogan único para Cataluña es una reivindicación de que la catalanidad es la condición de catalán, no una ideología", razona Juan Carlos Girauta, número uno de la formación emergente por Barcelona y exportavoz parlamentario. "Hay que situarse en el contexto en el que nació Ciudadanos. El gran problema es que se ha dado por hecho que ser catalán es ser nacionalista", argumenta. "Y la catalanidad es un concepto a reivindicar en Cataluña frente a los del catalanismo".

Ciudadanos logró cinco diputados en Cataluña en el 20-D. Esos resultados no cumplieron con las expectativas de la formación emergente, según admitieron fuentes de su Ejecutiva. La proyección para el 26-J es peor: bajaría 13,5% de los votos al 12,3% en la circunscripción clave de Barcelona, según Metroscopia, aunque por ahora eso no se traduciría en pérdidas de escaños. Toca cambiar el paso. Este sábado, Albert Rivera, Inés Arrimadas y el propio Girauta darán un mitin en el barcelonés barrio de Nou Barris, antaño corazón del cinturón socialista de la capital catalana, luego bastión municipal de Ada Colau, y en las autonómicas fortín de Ciudadanos. Se lucha voto a voto. Y con un mensaje en clave local: "Un presidente catalán para cambiar España"