Nueva condena a España por no investigar casos de tortura
Estrasburgo ampara a Beortegi, que denunció maltratos durante una redada contra Ekin en 2011
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado de nuevo a España por no investigar debidamente supuestos casos de tortura a miembros de ETA y su entorno durante el periodo de detención policial incomunicada. La corte con sede en Estrasburgo (Francia) ha dado amparo a Xabier Beortegi Martínez, supuesto miembro de Ekin, que denunció maltratos durante su arresto por la Guardia Civil en enero de 2011. España deberá indemnizar a Beortegi con 20.000 euros por daños morales y 3.500 euros de costas. Es la segunda vez que este tribunal de garantías condena a España por su dejación ante supuestos casos de tortura, después de que en octubre de 2014 acogiera una queja similar de la etarra Beatriz Etxebarria.
Beortegi, nacido en 1980, fue detenido en su casa de Pamplona en la madrugada del 18 de enero de 2011. Tras el registro de su domicilio, el supuesto miembro de Ekin, organización afín a la banda terrorista ETA, fue trasladado en coche desde la capital navarra hacia Madrid. Según su testimonio, en este viaje, en el que permaneció esposado, recibió insultos y amenazas de los guardias que lo custodiaban. Además, sostiene, los cuatro agentes le golpearon en la cabeza, las costillas y los testículos.
Una vez en Madrid, Beortegi permaneció en detención incomunicada hasta el día 21. Durante este periodo de custodia policial, los agentes supuestamente colocaron una máscara en los ojos al detenido y le sometieron a sesiones de asfixia. Según su denuncia, también fue objeto de tocamientos obscenos y sus custodios le amenazaron con colocarle electrodos e insertarle una porra por el ano.
El 21 de enero, sobre la una de la madrugada, Beortegi firmó una declaración inculpatoria ante los agentes de la Guardia Civil y en presencia de un abogado de oficio. El detenido se retractó inmediatamente de esta confesión tras ser puesto a disposición del juez instructor de la Audiencia Nacional, ya asistido por un letrado de su confianza. Según su testimonio, los agentes le habían dado un cuestionario con 20 preguntas y sus correspondientes respuestas para que se las aprendiera de memoria bajo amenazas. El juez instructor, tras tomarle declaración, le dejó en libertad, aunque no ordenó ninguna investigación sobre los supuestos malos tratos que sufrió.
En mayo de 2011, Beortegi presentó una querella por torturas contra la Guardia Civil en los juzgados de Pamplona. En diciembre de ese año ratificó su denuncia ante un juez, que archivó provisionalmente la causa en marzo de 2012 al entender que no había indicios suficientes de maltrato.
El supuesto miembro de Ekin recurrió esta decisión de cerrar la causa. En octubre de 2012 la Audiencia Provincial de Navarra mantuvo el archivo, aunque afirmó que la gravedad de los delitos denunciados por Beortegi merecía una investigación en profundidad.
Cerrada la vía judicial, la víctima acudió al Tribunal Constitucional, que desestimó de plano su recurso de amparo.
Beortegi llevaba años controlado por la Guardia Civil. El 7 de diciembre de 1997 fue identificado como autor de unas pintadas a favor de los miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna que habían sido detenidos. El 13 de octubre de 2000 fue detenido por la policía francesa en Biarritz, junto a otras 75 personas, durante unos enfrentamientos por la celebración de una cumbre europea. Y en abril de 2010 se le detectó durante una celebración de Segi, organización ilegalizada, en Durango (Bizkaia).
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