Madres cada vez mayores y con menos hijos
La edad media del primer parto ha subido cinco años en los últimos 40.- El alejamiento de la edad biológica ideal tiene sus consecuencias
EL PAÍS traza una amplia radiografía económica, cultural y sociológica de la España que el 26 de junio acude a las urnas por segunda vez en pocos meses. Cada día, hasta la víspera de las elecciones, abordamos aspectos clave de nuestra sociedad a través de uno o varios gráficos analizados por los periodistas del diario.
Las mujeres españolas cada vez retrasan más su maternidad. Este hecho, que salta a la vista tanto en las salas de espera de las consultas obstétricas como en la puerta de cualquier colegio, es aún más claro cuando se analizan los datos de las últimas décadas. De los 25,2 años de edad media para tener el primer hijo de 1975 (primer dato disponible en el INE) a los 30,6 de 2014 (último dato), la evolución parece imparable. España es, junto con Italia (30,7), el país de la Unión Europea donde las mujeres son madres más tarde, y el cuarto de la OCDE, por detrás sólo de Corea del Sur (31), Italia y Suiza (30,6).
Varios factores influyen en este aumento de la edad media, una tendencia común en los países de la OCDE, donde solo en Chile y México ha caído desde 1970. En España, el aumento de la edad de emancipación, debido al paro juvenil y a la prolongación de los estudios; la penalización que sufren las mujeres en su carrera profesional cuando tienen hijos, la falta de medidas de conciliación familiar y de apoyo a la maternidad se suelen mencionar entre las principales razones. Una tendencia que ha acelerado la crisis económica: en 2007, la edad media de las madres primerizas era de 29,4 años, es decir, que en los siete años transcurridos hasta 2014, la media ha aumentado en 1,1 años.
El alejamiento de la edad biológica ideal para tener hijos, que los expertos consideran que está por debajo de los 30 años, tiene sus consecuencias. Las más dramáticas las viven las mujeres que descubren que, cuando al fin el resto de circunstancias vitales es propicio, su cuerpo les dice que es demasiado tarde. Y es que cada año que pasa, la tasa de embarazo cae: si con 25 años hay un 25% de opciones por ciclo de lograrlo, con 30, baja al 22%, con 35, al 12%, y con 40, al 5%. Esto provoca el aumento en la cifra de mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad, costosos tanto económica como emocionalmente. Y con ellos, la probabilidad de tener embarazos y partos múltiples (un 2,29% del total en 2014, porcentaje en el que España también está en los primeros puestos en Europa).
El retraso de la edad de maternidad también afecta a las cifras globales. Con una tasa de fertilidad de 1,32 hijos por mujer (frente al 1,58 del conjunto de la UE), el INE prevé que para 2017 haya más muertos que nacimientos por primera vez desde la guerra civil, aunque algunas proyecciones adelantaban ese momento a 2015.
Países como Francia han demostrado que se puede reducir la edad media de maternidad (de 28,5 en 2005 a 28,3 en 2014) y aumentar el número de hijos por mujer (2,01) con una decidida inversión en políticas familiares. Es necesario que los partidos españoles apuesten por medidas que apoyen la natalidad, hagan posible compatibilizar trabajo y familia e impidan que las carreras de las mujeres se resientan por ser madres. Medidas como los permisos de paternidad obligatorios e intransferibles, una red de escuelas infantiles a precios asequibles, las jornadas continuas o la flexibilización de horarios harían más por la natalidad que cualquier cheque-bebé.
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