Pineda camuflaba los pagos a Manos Limpias con informes fingidos
El juez Pedraz mostró a Bernad una factura de 40.000 euros abonada por Ausbanc y coincidente en fechas con la extorsión de un millón de euros al presidente de Unicaja
Una de las vías que ideó el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, para hacer llegar a Manos Limpias parte del dinero de sus extorsiones por retirar acusaciones contra banqueros y empresarios es la de los informes fingidos o irrelevantes. En el caso del chantaje a Unicaja, que reportó a la organización que dirigía Pineda algo más de un millón de euros, este pidió a Manos Limpias que redactara un informe sobre la corrupción en el siglo XXI y por el que pagó 40.000 euros. La factura de esos 40.000 euros fue exhibida a Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, durante el interrogatorio al que fue sometido por el juez Santiago Pedraz el pasado 18 de abril.
Ese día Pedraz también interrogó a Luis Pineda, dentro de la Operación Nelson, y finalmente decretó prisión contra ambos por delitos de extorsión y organización criminal. El informe existe, pero no es más que “un corta pega de textos que están en la red”, señalan fuentes de la investigación. Estas aseguran que este procedimiento solo es uno de los empleados por Pineda para compensar a Manos Limpias por acceder esta a retirar denuncias tras pactar Pineda el dinero a pagar por sus víctimas, básicamente banqueros.
Pineda se postulaba siempre ante Bernad como único negociador. “Miguel, si te llama el que está en Suiza [en alusión a un banquero], le dices que quien dirige todo esto soy yo, Luis Pineda”. Así consta en una de las grabaciones que exhibió Pedraz a Bernad durante el interrogatorio del pasado 18 de abril. La relación de Pineda con Bernad siempre se caracterizó por la superioridad económica del primero sobre el segundo. Cada vez que Manos Limpias se personaba en un caso de corrupción, daba igual el color político, Bernad se quejaba de que el juez les había pedido una fianza inasumible (salvo en el caso de los ERE de Andalucía, solo 300 euros). Pineda y su emporio económico cubrieron esas lagunas económicas, pero no tardó en pasar factura a Manos Limpias.
“Miguel, si te llama el que está en Suiza [en alusión a un banquero], le dices que quien dirige todo esto soy yo, Luis Pineda”
Según fuentes jurídicas, a sus chantajes mediáticos (Pineda tiene seis revistas, la mayoría financieras), unió la posibilidad de utilizar las denuncias que ya tenía interpuestas Manos Limpias para doblegar la resistencia a pagar de sus damnificados. El Ministerio de Sanidad había expulsado a Ausbanc como asociación de consumidores y ello le impedía personarse como acusación en procesos judiciales. Manos Limpias se convirtió en su mejor aliado puesto que ya estaba personada en decenas de casos de corrupción, incluidas las bancarias.
Pineda obtuvo de Unicaja, por ejemplo, más de un millón de euros (aparte de la publicidad anual, otros 400.000 anuales, según las pesquisas del juez Pedraz) por convencer a Bernad para que retirase la acusación que venía ejerciendo contra el presidente de Unicaja, Braulio Medel. Este resultó imputado en el caso de los ERE de Andalucía tras su paso como consejero del Instituto de Fomento de Andalucía. Manos Limpias le atribuía un fraude de 117 millones y el juez le llamó a declarar. La operación de Unicaja se gestó en febrero de este año. El juez del caso de los ERE se quedó sorprendido al ver cómo Manos Limpias cambiaba de la noche a la mañana su contundencia punitiva contra Medel con el argumento de que les había convencido su interrogatorio, y cómo tras declarar Medel, Manos Limpias le retiraba la acusación formalmente solo unos días después. Tras el interrogatorio, que salió como estaba pactado, la entidad pagó 617.000 euros. Y quedaban otros 400.000, que debía ser entregados cuando el abogado acudiese al juzgado y sellase el escrito oficial retirándola. A Bernad el juez Pedraz le puso también la siguiente grabación, en la que un Pineda satisfecho indica: “Miguel, lo de Sevilla [Unicaja] va bien, pronto tendré una alegría para ti”. Asimismo, antes de esa grabación, y a petición del fiscal, se le exhibió también una página de la web de Manos Limpias en la que, en noviembre de 2015, aparecía un artículo muy crítico contra Unicaja.
¿Por qué ese cambio de actitud?, inquirió el fiscal, Daniel Campos, consciente de que en octubre de 2015, solo unos meses antes, Manos Limpias había pedido el relevo en el cargo de Medel.
Pedraz también preguntó a Bernad por un escrito que envío al banco Sabadell y en el que sugería apoyo económico para la empresa de seguridad LPM. Antes de esa carta, Manos Limpias había interpuesto contra esta entidad una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción por supuestas prácticas bancarias irregulares. Siempre según fuentes jurídicas, en esa carta, Manos Limpias sugería a los responsables de la entidad la posibilidad de retirarar la denuncia si el Sabadell daba un crédito a LPM. Esta firma estaba inmersa entonces en una profunda crisis que derivó en un ERE que se saldó con la mitad de los 3.000 empleados afectados. El fiscal Campos enlaza la denuncia y la carta de Manos Limpias como un instrumento amedrentador para que esa firma lograse créditos. El Sabadell denunció los hechos ante la policía.
Bernad se quejaba de que los jueces le pedían fianzas inasumibles para personarse en las causas
Tres días antes de declarar ante Pedraz, Bernad fue interrogado por agentes de la UDEF, que fue la que le detuvo y registró la sede de Manos Limpias. Bernad se limitó a declarar ante los agentes que su detención se debía “a un compló de las cloacas del Estado contra Manos Limpias por la imputación de la Infanta”.
EL PAÍS avanzaba el martes que Bernad, de 74 años y que se halla preso en Navalcarnero, se encuentra muy afectado anímicamente por su situación y que, según ha comunicado a allegados que le han visitado en la cárcel, se está planteando seriamente disolver la asociación y retirar todas las causas que tiene en trámite en juzgados y tribunales de toda España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.