El PP agita el fantasma de una coalición PSOE-Ciudadanos

El PP está estudiando las encuestas que aparecen en los medios de comunicación y constata que no paga electoralmente el coste de su inacción ni la mala valoración de Mariano Rajoy entre los líderes y que Ciudadanos tampoco sufre el coste de su pacto frustrado con el PSOE. Los populares han puesto en marcha a sus portavoces para denunciar que esa alianza se podría transformar en una coalición electoral el 26-J más para intentar beneficiarse tras esas elecciones de un trasvase de voto del PSOE a Ciudadanos que porque la crean posible.

Rajoy y el PP se habían fijado últimamente conocer el resultado de la consulta a las bases de Podemos y la reacción del PSOE para determinar si procedía que el presidente en funciones llamase al líder socialista, Pedro Sánchez, para volver a ofrecerle su pacto de la gran coalición para España. Era más una condición recurrente que real. La propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, invitó este lunes a Sánchez, durante un café coloquio informativo con Alberto Núñez Feijóo en Madrid, a que si de verdad quiere evitar otras elecciones el 26-J deje de anticipar en cada foro que se le presenta que “se han agotado ya las posibilidades” o que “las cosas han caído por su propio peso”.

El Gobierno y el PP de Rajoy quieren mantener públicamente la ficción de que el gran pacto aún es posible matemáticamente hasta el lunes 25, cuando comenzará la ronda final del Rey con los partidos previa a la convocatoria automática de los comicios. Por eso ni Rajoy ni el PP quieren descartar aún ni la llamada ni una hipotética carta en la que se citaría al secretario general del PSOE. Porque no quieren asumir el reproche electoral de ese fracaso, porque quieren endosárselo sobre todo a Sánchez y al PSOE y porque quieren fomentar al máximo los trasvases de votos que están detectando entre los socialistas y Ciudadanos y entre el partido de Albert Rivera y el PP.

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, utilizó este lunes su comparecencia, tras la reunión del Comité de Dirección del partido con Rajoy, para acusar a PSOE y Ciudadanos de haber “fracasado” y “quedarse solos” con su empeño en el pacto que les llevó a intentar investir a Sánchez como presidente, algo que los populares rechazan que pueda estar en ninguna mesa de negociación.

La supuesta llamada

El vicesecretario del PP apuntó que antes de la supuesta llamada querrían observar algún tipo de gesto en Sánchez y el PSOE y comprobar que al otro lado del teléfono hay alguien que no comunica todo el rato y dispuesto a decir algo más que no.

Maillo se preguntó hasta cuándo piensan mantener PSOE y Ciudadanos su pacto “que no quiere nadie” y concluyó que, si lo prolongan más allá del 25 y 26 de abril, cuando el Rey comience sus consultas y ya sea imposible el contacto bilateral con Sánchez, “igual es porque pretenden ir juntos en coalición a las elecciones”. Y reclamó al PSOE que aclare a los electores si está por esa coalición.

El PP lanza ese mensaje para identificar lo máximo posible a Ciudadanos con el PSOE y que muchos de los cuatro millones de electores que les abandonaron el 20-D (de los que calculan que dos millones y medio se fueron al partido naranja) corroboren ahora que no les mereció la pena ese teórico castigo a Rajoy, se sientan traicionados y vuelvan a sus filas.

Lo expresó en público este lunes el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, sin haber participado en el Comité de Dirección del PP, al apelar ahora a que su partido en las elecciones del 26-J es el voto útil: “Los españoles ya saben ahora que Ciudadanos está dispuesto a gobernar con el PSOE, aunque pierda las elecciones, que a Pedro Sánchez no lo quieren ni en su propio partido y que el PSOE quiere gobernar con Podemos. Los ciudadanos saben que si dividimos el voto de centro derecha abrimos las puertas a un Gobierno del PSOE con Podemos”.