El PP reclama a Sánchez que acuda en coalición con Rivera a las elecciones

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha aprovechado este lunes el resultado abrumador y previsible de la consulta de Podemos a sus bases contra un pacto del PSOE y Ciudadanos para acusar a Pedro Sánchez de "haber fracasado", sumar a esa derrota a Albert Rivera y reclamar a ambos que se presenten juntos a las elecciones del 26 de junio, si finalmente se celebran. Maillo ha preguntado a ambos, en una comparecencia: "¿Hasta cuándo van a mantener en vigor un acuerdo que no quiere nadie?". Y ha añadido a continuación que el PP y Rajoy no van a participar en ninguna reunión o negociación que pretenda que Sánchez sea el presidente del Gobierno. El dirigente ha advertido de que Rajoy no hará la esperada llamada al líder del PSOE hasta que este muestre algún gesto.

"Para nosotros es más importante la expectativa de la llamada que la llamada", ha indicado uno de los miembros del Comité de Dirección del PP para explicar la razón por la cual cada semana el partido mantiene en vilo la hipótesis de que Rajoy pueda marcar, en algún momento, el número de teléfono de Sánchez cuando tienen constancia pública de que ese diálogo en favor de la "gran coalición" entre los dos partidos es, en la práctica, imposible a día de hoy. El PP no quiere ser ni el responsable electoral de que los dos principales dirigentes políticos del país no puedan ni hablar ni de que esa carencia y el actual escenario parlamentario aboquen a España a otras elecciones. El plan de los populares pasa porque los electores tengan claro que la culpa de esas situaciones se achaque sobre Pedro Sánchez.

La estrategia se centra en situar en una posición de soledad política a Sánchez y Rivera, responsabilizarles a ambos del fracaso de esta negociación y de las elecciones, y ubicarles incluso como socios y aliados ante los comicios del 26-J para que los electores pasen factura. Maillo lo ha expresado este lunes de manera clara: "Igual la idea que pretenden, más allá del día 25 (cuando empiece la última ronda de contactos oficial de los partidos con el Rey), es ir juntos a las elecciones". Y ha apostillado: "De este teatro consumado solo hay una interpretación: que pretendan ir juntos a las elecciones".

El PP sabe que ni PSOE ni Ciudadanos quieren ni planean acudir en coalición a las previsibles elecciones del 26-J, pero les interesa sobremanera que queden muy en evidencia sus pactos y sus acuerdos para beneficiarse de futuros trasvases electorales. Los populares han estudiado los últimos sondeos que han aparecido en los medios de comunicación y constatan que en la mayoría, además de mantenerse o subir algunos escaños, también sigue al alza Ciudadanos.

El PP interpreta que se están produciendo una fuga de votos a la derecha de Ciudadanos hacia el PP y a la derecha del PSOE hacia Ciudadanos. Y esa vía de agua le interesa mucho electoralmente. La dirección del PP es consciente de que el marcador de las próximas elecciones se jugará por muy escaso margen, pero una subida de dos, tres o cuatro escaños para PP y Ciudadanos le permitiría encarar una negociación con el partido de Rivera que posibilitaría su continuidad en La Moncloa. El PP insiste en que en ese escenario no cuestionarían nunca el liderazgo interno de Mariano Rajoy, pero esa es una negociación que aún está lejos y por explorar.

Mientras tanto, Rajoy ha despejado totalmente esta semana decisiva antes de la ronda de contactos políticos con el Rey, prevista para el 25 y 26 de abril. El miércoles tiene una cita cerrada con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pero antes del fin de semana tendrá que determinarse si llama o escribe incluso a Sánchez. El PP mantiene que esa oferta y la de la gran coalición, "que es complicada", seguirá viva hasta el último día, aunque solo sea para guardar las apariencias. "Esperamos algún tipo de gesto a la disponibilidad de Sánchez para hablar con nosotros", fue como resolvió Maillo que la esperada llamada aún no se haya producido. Y avisó: "Esperamos algo que nos haga indicar que hay alguien al otro lado del teléfono y no como hasta ahora, que o estaba comunicando o estaba siempre el señor del no".