El padre de Hodei Egiluz: “Teníamos la esperanza de volver a verle”
Los progenitores confirman que el cuerpo hallado en el río Escalda es el de su hijo
"A pesar del inmenso dolor que nos aflige por confirmarse la pérdida de nuestro hijo, queremos respuestas. Ahora que sabemos que es Hodei, reiteramos la necesidad de dar luz a aquella noche del 19 de octubre de 2013". Con estas palabras, en una dura, escueta y emotiva rueda de prensa, Pablo Egiluz, padre del joven de 23 años que desapareció en 2013 en la ciudad de Amberes, confirmó este viernes que el cuerpo hallado la semana pasada en el río Escalda era el de su hijo Hodei. El joven vasco, originario de Galdakao (Bizkaia), se esfumó en Amberes la madrugada del 19 de octubre de 2013 cuando volvía a su casa.
"Teníamos la esperanza de volver a verle", dijo Pablo Egiluz desde una de las salas del Ayuntamiento de la ciudad belga. A su izquierda, se sentaba su abogado y un representante de la ciudad. A su derecha, incapaz de decir una palabra y con el rostro atenazado por el dolor, Koro Díaz, madre de Hodei. Ambos viajaron a la ciudad flamenca la semana pasada al enterarse de que se había encontrado un cuerpo en las profundidades del río Escala, en las inmediaciones del muelle de Kattendijkdok, la zona donde su hijo había sido visto por última vez.
Aunque esa parte del cauce había sido rastreada en 2013 tras la desaparición del joven, el pasado 11 de febrero un grupo de buzos se sumergió en el río para intentar rescatar una plataforma recreativa que se había hundido accidentalmente. Al salir del agua en lugar de la plataforma, sacaron el cuerpo de un hombre. La hipótesis de que fuera el joven Egiluz cobró fuerza por el área donde había aparecido el cadáver y por la ropa que llevaba, que coincidía con la descrita por los amigos que salieron con él esa fatídica noche de octubre.
"Es muy duro describir con palabras cómo nos sentimos porque en nuestro fuero interno siempre albergamos esperanza", añadía Pablo Egiluz durante su intervención a la vez que pedía colaboración a las autoridades belgas para aclarar las circunstancias de la desaparición y muerte de su hijo. La desaparición de Hodei Egiluz está rodeada de misterio. El joven se instaló en la ciudad belga en abril de 2013 para realizar unas prácticas profesionales. La noche del 19 de octubre de ese año, sobre las tres de la mañana y tras salir de marcha con unos amigos, Egiluz se encaminó hacia su casa. De acuerdo con la investigación, una hora y media después tres personas se encontraron con Egiluz, que estaba muy alterado y que, según su declaración, les pidió ayuda porque creía que le iban a atacar. Fueron las últimas personas que lo vieron.
Tras la desaparición, la policía belga identificó a varios sospechosos: alguien había intentado usar la tarjeta de crédito de Egiluz. La hipótesis del robo cobró fuerza, dos personas fueron detenidas y se inició el rastreo del río sin encontrar ninguna pista del paradero del joven. En septiembre de 2014 los arrestados fueron liberados tras pagar la fianza y en octubre del año pasado la Fiscalía belga cerró el caso ante la ausencia de pistas. Ahora, dos años y cuatro meses después de esfumarse en la noche, ha aparecido el cuerpo de Hodei Egiluz y la Fiscalía ha reiniciado las pesquisas: "Las circunstancias precisas en las que Hodei falleció están siendo investigadas bajo la dirección de instrucción", dijeron las fuentes de la Fiscalía belga sin dar más datos "para no entorpecer la investigación que sigue en marcha". Ante la terrible pérdida, su familia ahora solo pide una cosa: "Queremos respuestas"
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