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Montserrat González: “Maté a Isabel Carrasco; era mi hija o ella”

La asesina confesa pide que se le aplique la eximente incompleta de trastorno mental

Montserrat González, acusada de la muerte de la presidenta de la Diputación de León, Isabel CarrascoFoto: atlas | Vídeo: EFE
Fernando J. Pérez
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Montserrat González, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, el 12 de mayo de 2014, ha reconocido en el juicio que lo hizo para defender a su hija de la persecución laboral y social que supuestamente sufría desde que en enero de 2010 la joven se negó a mantener relaciones sexuales con la política. "En enero de 2012, cuando [Mariano] Rajoy decide mantenerla [a Isabel Carrasco] como presidenta provincial del PP, decidí que la iba a matar. Era mi hija o ella", ha manifestado este martes. "Mi hija estaba muy mal, fatal, e Isabel Carrasco iba a seguir haciéndole la vida imposible; como no salió [presidente del PP provincial] Javier García Prieto, decidí matarla", ha explicado al jurado. "No estoy arrepentida. Estoy convencida de que si no lo hago [matar a Carrasco], hubiera ido al entierro de mi hija", ha rematado.

González, que solo ha respondido a las preguntas de su abogado, se ha esforzado en su declaración en desvincular a su hija, también acusada, del crimen. "Ella no sabía que iba a hacerlo, me dijo que no hiciera nada, que iba hacia mí", ha asegurado la madre sobre la llamada telefónica inmediatamente anterior al asesinato.

Según ella, Triana no participó en los seguimientos que desde 2012 efectuó a la presidenta de la Diputación. También ha asegurado que su hija siempre trató de disuadirla de que comprara un arma: "Me dijo que no se me ocurriera, que no era solución, que no lo hiciera", ha asegurado. La madre también se ha responsabilizado de las anotaciones manuscritas de su hija sobre las búsquedas en Internet para adquirir una pistola y ha justificado que se hicieran desde el ordenador de Triana porque "siempre estaba encendido para bajar películas". "Mi hija anotaba las cosas que yo le decía".

La defensa de González ha reconocido de nuevo la autoría del crimen y ha tratado de desvincular del asesinato a su hija, Triana Martínez, también acusada. En la primera jornada del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de León, este martes, las partes han leído los escritos de acusación y defensa. El alegato del abogado de la madre y la hija sostiene que Montserrat González actuó movida por un trastorno mental derivado de la supuesta persecución laboral y social que Carrasco ejerció sobre su hija, después de que esta rechazara las relaciones sexuales que supuestamente le ofrecía la política.

Frente a la acusación del fiscal de que Triana se concertó con su madre para que esta le entregara el revólver Taurus utilizado para asesinar a Carrasco, la defensa expone una teoría alternativa. El abogado de ambas sostiene que la madre arrojó el bolso con el arma en un garaje, y que la hija lo recogió y después se lo dio a su amiga Raquel Gago, policía local y también acusada en este juicio.

Sobre esta base, la defensa reclama que se condene a la madre por asesinato, pero que se le aplique una eximente incompleta de trastorno mental y una atenuante de reparación del daño, porque ha abonado una indemnización a la hija y a la pareja de la víctima. La pena para Montserrat González debería quedarse, según el abogado de ambas, en siete años de prisión por asesinato y uno por tenencia ilícita de armas. Para Triana, la defensa reclama la libre absolución al entender que solo hubo un delito de encubrimiento, y que este, según la Ley, no puede ser castigado al realizarse entre familiares en primer grado.

En su alegato inicial ante el jurado, el fiscal jefe de León, Emilio Fernández, ha rechazado toda esta teoría. Fernández afirma que madre e hija, junto a la policía local Raquel Gago, amiga de Triana que tuvo el arma 30 horas en su poder, planearon con cuidado, frialdad y precisión el asesinato de la política. El representante del ministerio público sostiene que se realizaron seguimientos a Carrasco y que esta fue asesinada por la espalda por Montserrat en un lugar —la pasarela sobre el río Bernesga— en el que no había cámaras. "Si no hubiera sido por el policía jubilado que vio el asesinato y persiguió a Montserrat habría sido casi imposible dar con las autoras del crimen", ha afirmado el fiscal, que solicita 23 años de cárcel para las tres acusadas por asesinato, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.

También rechaza el fiscal que Montserrat y Triana tuvieran algún tipo de trastorno mental derivado del supuesto acoso de la presidenta de la Diputación hacia la joven. "Solo tenían un odio profundo a Isabel Carrasco", ha afirmado el representante del ministerio público. Fernández ha recordado al jurado que en la vista oral la defensa va a tratar de probar "la maldad de Isabel Carrasco", pero lo que se dilucida es el asesinato. "Fuera como fuera Isabel Carrasco, nadie tiene derecho a matarla. Y si se llegara a probar que llegó a perjudicar a Triana, esa no es justificación para matarla y menos de la forma tan cobarde con que lo hicieron", ha manifestado el fiscal.

El abogado de la madre y de la hija, José Ramón García, ha admitido que en la vista oral no se juzga a la víctima, Isabel Carrasco. Sin embargo, el letrado ha dicho que el supuesto acoso de la presidenta de la Diputación a Triana es relevante para la defensa. "La situación anímica de Montserrat se ve horadada por una persecución por tierra, mar y aire (…) y piensa: es mi hija o ella". El abogado ha recordado al jurado que la madre "ha matado por su hija" y "no es una yihadista a la que le da lo mismo lo que pasa".

Respecto a la tardanza de Triana en manifestar el supuesto incidente sexual en la casa de Carrasco en 2010, el letrado ha manifestado: "Yo me entero de ese hecho cuando voy a verlas a prisión, y les echo la bronca por no habérmelo dicho. Me entero por el psiquiatra que las atendía. No es ningún invento de la defensa. Que le pregunten a Triana si sabe cómo está el piso [de Carrasco], porque es la única vez que Triana ha estado allí, les dirá con detalle lo que ha visto".

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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