Los socialistas congelan el pulso por su congreso
El calendario político sigue lejos de estar despejado, y Sánchez cree que no es el momento de dedicarse a hablar de cuestiones internas
La dirección nacional del PSOE mantiene en suspenso la convocatoria de un comité federal para que ese máximo órgano de poder de los socialistas debata y vote cuándo debe celebrarse el congreso del partido. El calendario político e institucional sigue lejos de estar despejado, por lo que su secretario general, Pedro Sánchez, considera que no es el momento de dedicarse a hablar de cuestiones internas. Los barones han dejado de presionar, de momento.
Algunos barones territoriales y otros dirigentes socialistas abandonaron el comité federal del pasado 27 de diciembre con la determinación de obligar a Sánchez a reunir a ese mismo comité lo antes posible. O lo reunía él o se lo convocaban a través de la vía de recabar un tercio de las firmas de ese órgano, formado por 250 miembros. Se trataba de forzar la celebración cuanto antes de un congreso para discutir el liderazgo del secretario general, aunque oficialmente y en voz alta nadie dio un nombre, o nombres, como alternativa.
Comenzó entonces un pulso entre la dirección y algunos barones que continuó algunos días, pero después, además del parón por las fiestas navideñas, se produjo un frenazo a los ímpetus de forzar la celebración de un cónclave. El equipo de Sánchez no cedió y mantuvo que convocaría al comité federal cuando el calendario institucional estuviese despejado. A pesar de los anuncios de que la recogida de firmas por federaciones estaba en marcha, estas no llegaron a mostrarse y en el seno de las mismas hubo voces contrarias a forzar dicho comité.
Un cónclave federal con retraso
El reglamento del PSOE establece que el congreso federal ordinario se convoque entre el tercer y cuarto año desde la celebración del congreso anterior. El último cónclave de este tipo se celebró en Sevilla en febrero de 2012.
El comité federal es el encargado de determinar la fecha y lugar de la cita al menos con 60 días de antelación. No podrá ser aplazado, salvo por decisión del comité federal y siempre que concurran causas suficientes que justifiquen su aplazamiento.
“No pueden salir adelante decisiones que los ciudadanos no entienden”, señaló el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. “¿Cómo va a estar el país pendiente de quién obtiene la investidura para ser presidente del Gobierno y los socialistas recogiendo avales para apoyar a un secretario general?”, citaba el dirigente extremeño como ejemplo de lo que pasaría si la formación convoca un congreso “cuando toca” (debía celebrarse en febrero) en medio de la investidura o incluso de la convocatoria de nuevas elecciones.
Mayo o junio son meses probables para la celebración de la cita que resolverá el liderazgo del PSOE, pero se apuntan esas fechas sin total certeza. La complejidad de la situación no ayuda a los que ansían celebrar el congreso para que Sánchez no sea secretario general, pero, sobre todo, a los que quieren evitar que vuelva a ser el candidato a La Moncloa.
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