José Mª Segovia de Arana, promotor de la medicina asistencial y científica
Fue fundador y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid
Ha muerto a los 96 años el doctor José María Segovia de Arana, artífice de los principales avances en la formación e investigación médicas en España. Su nombre figurará para siempre asociado con el fondo de investigaciones sanitarias (FIS), la formación médica especializada (Médicos Internos Residentes, MIR), y la esencial conexión universitaria de los hospitales.
Recuerdo cuando hace años —formaba parte del Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces desde que el profesor Severo Ochoa, su presidente, solicitó la incorporación del doctor Segovia de Arana— me decía que la salud no solo debía ser el centro de la política sanitaria sino de la política sin adjetivos.
“El esfuerzo conjunto de todos los sanitarios para conseguir no solo tratar adecuadamente las dolencias sino prevenirlas es el gran objetivo y el mejor horizonte que puede ofrecerse a los ciudadanos”. Fue infatigable en contribuir a la actualización de la formación, a la adecuada actuación diagnóstica y a la disponibilidad de los conocimientos que permitieran el constante progreso de los niveles de salud.
Nació en Villasequilla, Toledo, el 16 de septiembre de 1919. Se doctoró en la Universidad Central de Madrid en 1947 y prosiguió su preparación en la Clínica Jiménez Díaz y en Estados Unidos. Fue nombrado catedrático de Patología y Clínica Médica en la Universidad de Santiago de Compostela en 1962. Uno de los momentos más importantes de su incomparable trayectoria fue su labor como fundador y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, donde ejerció como catedrático de Patología, pasando a profesor emérito tras su jubilación.
Otra de las facetas más relevantes fue la de fundador y director —durante 30 años— de la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, que se convirtió en el centro referente y precursor de los “Hospitales Universitarios”. Fue en este centro donde, por expresa decisión suya, se llevó a cabo con éxito el trasplante de hígado a una niña de 13 años, por un equipo integrado por casi 30 facultativos bajo la dirección del doctor Diego Figuera Aymerich. Esta operación ha permanecido como uno de los principales puntos de partida para ulteriores trasplantes.
Fue secretario de Estado de Sanidad y en 1982 vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud. Su “especialidad” eran las transiciones demográficas y epidemiológicas, destacando el impacto en la sanidad de la longevidad y de la duración de la vida activa en la vida social.
Algunos temas de sus artículos resumen muy bien los grandes pilares de su obra; Transición demográfica, envejecimiento y medicina preventiva; La responsabilidad social de la investigación médica; Aspectos éticos y sociales de la medicina preventiva…
Era académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina —su discurso de ingreso, en marzo de 1998, titulado Medicina, sanidad, salud, resume muy bien su semblanza— y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Hace tan solo dos años dirigió en La Granda —sede de los cursos de verano de la Universidad de Oviedo— un excelente seminario sobre Las nuevas tendencias en la medicina.
La salud constituye el interés supremo de los seres humanos, para vivir digna y plenamente el misterio de la existencia. El doctor Segovia Arana se ha ausentado a los 96 años, pero seguirá inspirando siempre el ejercicio de la medicina.
Federico Mayor Zaragoza es catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y presidente del Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces.
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