El rey de Marruecos, aclamado por una multitud en el Sáhara

Más de cuatro horas han esperado este sábado bajo el sol miles de personas en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, con el solo fin de ver pasar en coche, durante unos segundos, al rey Mohamed VI hacia la plaza El Mechuar. El día anterior sucedió lo mismo. Miles de personas han esperado el paso de la comitiva oficial antes de que el rey leyera un discurso en el interior de un edificio. Y después del discurso, fuegos artificiales. La monarquía marroquí se ha dado un gran baño de masas en una ciudad que ha cambiado mucho desde que hace 40 años decenas de miles de saharauis manifestaran frontalmente su hostilidad hacia el Estado marroquí.

La conmemoración del 40º aniversario de la Marcha Verde, este 6 de noviembre, fecha en la que los españoles iniciaron su partida del Sáhara, ha sido un éxito para Mohamed VI. El Estado se ha volcado en colocar miles de banderas marroquíes por todas partes y cientos de retratos con la imagen del monarca. Pero una buena parte de la población que ahora habita en El Aaiún también se ha volcado en recibirlo. Otra parte, la de los saharauis independentistas, ha permanecido en silencio. Varios de ellos admitieron a EL PAÍS que se sentían intimidados frente a un despliegue policial y civil nunca visto. Y aseguran que buena parte de la gente que han salido a las calles han llegado en los últimos días desde Casablanca, Marrakech y otras poblaciones de fuera del Sáhara.  Durante estos días no se registraron disturbios en El Aaiún. Las autoridades aseguran que tampoco hubo detenciones. Sin embargo, Ahmed Tanji, periodista independentista perteneciente al grupo Equipe Media, asegura que él tiene documentada al menos la detención de un joven de 17 años por pintar grafitis. "Y las casas de algunos activistas han sido vigiladas estos días", añade.

Esta sido la segunda ocasión en la que el rey visita el Sáhara. La otra fue en 2006. Pero nunca como ahora Mohamed VI ha recibido aquí tantas muestras de cariño. Hace cuatro décadas que el régimen viene promoviendo la llegada al Sáhara de ciudadanos que no habían nacido aquí. Por tanto, los saharauis independentistas se encuentran ahora en franca minoría. Para convocar un referéndum sobre la autodeterminación de los saharauis habría que establecer primero quiénes son saharauis y quiénes no. Y en ese empeño lleva la ONU enfrascada 24 años, con el desacuerdo de ambas partes.

El rey Mohamed VI volvió a dejar claro en su discurso del viernes que no va a permitir que "las provincias del sur" vayan más allá de un régimen autonómico. Hoy por hoy es inconcebible para Marruecos un referéndum sobre la autodeterminación del Sáhara. Lo que sí hizo el rey el viernes fue insistir en que en el futuro continuarán llegando inversiones a este territorio. Anunció la construcción de una autopista que unirá todas las ciudades costeras del desierto hasta llegar a Agadir, la construcción del gran puerto atlántico en Dajla, además de teatros y casas de cultura.

Nizar Baraka, presidente del Consejo Económico y Social, indicó a EL PAÍS que los anuncios del rey llegan después de que el organismo que él preside haya trabajado durante más de un año, escuchando a más de 1.500 personas, del sector privado y de los sindicatos pertenecientes a "las provincias del sur".

"El nivel de pobreza de estas regiones del sur es ahora mismo un 75% más bajo de lo que hay en el norte de Marruecos. Pero hemos notado tres cosas importantes: el paro era más alto aquí (13%) que en el resto del país (9%). En segundo lugar, el primer empleador es el sector público, el Estado; el sector privado es muy tímido. Y en tercer lugar, hay una economía rentista, como dijo el rey, que hay que hacerla más productiva".

El independentista Ahmed Tanji sostiene que las promesas económicas hechas por el rey le recuerdan a la que hicieron en 1974 los españoles cuando preparaban su partida. "Hacen anuncios de que van a poner el Sáhara como un paraíso. Y esto es lo mismo que hicieron los españoles en 1974, cuando decían que iban a traer muchísimos proyectos a esta tierra. La realidad es que el Sáhara es un territorio aún pendiente de descolonización, como dice la ONU, y el rey no tendría que haber venido aquí".

El sábado acudieron a la plaza de El Mechuar no solo el rey, sino el Gobierno en pleno, la mayor parte de la oposición, banqueros, empresarios, artistas... Y si algo quedó claro en el mensaje del monarca en el 40º aniversario de la Marcha Verde es que el Estado marroquí está dispuesto a seguir invirtiendo en el Sáhara, pero no escuchará una palabra sobre la autodeterminación.