Quiroga dimite convencida de que el PP debe arriesgar por la paz
La dirigente dice que volvería a proponer una ponencia para la paz apoyada por EH Bildu Se disculpa ante "las víctimas que no hayan entendido lo que he hecho"
Arantza Quiroga ha anunciado este miércoles que pone fin a su carrera política. Dice adiós el mismo día que ha comunicado su decisión de abandonar la presidencia del PP vasco y de admitir que ha "fracasado" en el intento de "aunar voluntades" en su partido con una propuesta de paz arriesgada que pretendía promover un acuerdo sobre convivencia en Euskadi que incluía a todos los partidos, incluida la izquierda abertzale.
Tras una semana de "reflexión", el tiempo que ha permanecido ausente y en completo silencio, Quiroga opta finalmente por arrojar la toalla al no contar con el respaldo suficiente de su partido para seguir adelante con una iniciativa que "volvería a presentar una y mil veces", ha repetido la dirigente popular durante su comparecencia. Pero las "presiones" internas —del PP nacional y del vasco, aunque no ha querido dar nombres— abortaron un plan por la paz que ha calificado como "el camino" que debe recorrer su partido: "El PP vasco ha sido vanguardia en la lucha contra el terrorismo de ETA y debe ser ahora la vanguardia en la búsqueda de la convivencia en paz y en la deslegitimación del terrorismo".
Con el semblante sonriente, sin pronunciar una palabra más alta que otra, fiel a su trayectoria política de concitar acuerdos, la dirigente popular no ha querido lanzar ningún reproche a su partido, aunque ha reconocido que le pidieron que retirase la iniciativa parlamentaria de crear una comisión sobre libertad y convivencia, concebida por la propia Quiroga como "una oportunidad para resolver la asignatura de la convivencia" en Euskadi. "Era una obligación presentarla, porque quiero que esta sociedad pueda convivir en paz y libertad, aunque puede ser discutible si era oportuno el momento", ha declarado.
La iniciativa de Quiroga, aplaudida y apoyada por EH Bildu y censurada por representantes de su partido, como el ministro Alfonso Alonso y la Asociación de Víctimas del Terrorismo, fue retirada al día siguiente de su presentación pública, lo que en todos los círculos políticos fue entendido como una desautorización en toda regla. Las peticiones que recibió de miembros del PP para que renunciara a continuar adelante con el plan de paz fueron "el detonante" que le llevaron a dejar el cargo.
En un ejercicio de "sinceridad", "honestidad" y "autocrítica", Quiroga ha pedido disculpas "en especial" a las víctimas del terrorismo "que no hayan entendido lo que he hecho": "Nunca jamás era mi intención herir sus sentimientos, porque durante estos años he trabajado para ser su voz". "He tratado durante estos dos años de entender que el PP tenía que hacer una transición desde la resistencia hasta la influencia", ha añadido para explicar su intento fracasado.
El pasado jueves, nada más echarse atrás, comunicó a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que quería dimitir. Esta intentó que Quiroga reconsiderase su decisión durante "unos días de reflexión", pero en este tiempo la presidenta vasca no hizo sino reafirmarse en su deseo de abandonar. Se ha disculpado ante sus compañeros y los medios de comunicación por el mutismo "consciente" de esta última semana.
"Mi participación en la política activa ha acabado", ha manifestado este miércoles Quiroga, quien ahora solo desea "poner tranquilidad" en su vida tras 20 años de militancia en el partido y dos años y medio al frente del PP vasco tras suceder en mayo de 2013 a Antonio Basagoiti: "Ahora quiero desintoxicarme de la política, dedicarme a la familia y vivir una vida más tranquila". Ha asegurado que no cambiará de partido y que pedirá el voto para Mariano Rajoy en las elecciones generales del 20-D.
Quiroga no se ha pronunciado sobre su sucesión, un proceso que el PP vasco abrirá a partir de ahora con muchas incógnitas internas y en plena actividad electoral. "Lo importante no es que Arantza Quiroga se va, sino que el PP sigue", ha comentado en su comparecencia. Para el relevo, está descartado el salto de Nerea Llanos, la mano derecha de Quiroga desde su nombramiento como secretaria general del PP vasco en el congreso de marzo de 2014. El peso que tiene el PP alavés en la organización regional y en el electorado coloca en las quinielas al ex diputado general de Álava Javier de Andrés como uno de los posibles sustitutos de Quiroga. Iñaki Oyarzabal, también alavés y hombre de confianza del ministro Alonso, es otro de los valores del PP vasco que podría postularse para el cargo que deja Quiroga.
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