El bipartidismo se asienta pero una mayoría quiere pactos
El PSOE mantiene una ligera ventaja de un punto sobre el PP por segundo mes consecutivo El partido del Gobierno es el que más rechazo genera (54%)
El PSOE ganaría las elecciones generales si se convocaran ahora, según el barómetro de Metroscopia de septiembre para EL PAÍS, con un ligera ventaja sobre el PP por segunda oleada consecutiva, pero con un resultado parejo a anteriores sondeos y un asentamiento del bipartidismo. Las opciones de los dos grandes partidos (PP y PSOE) sumarían el 48% de los votos, el mejor dato desde hace casi un año, frente al estancamiento de las formaciones emergentes (34,7% para la suma de Podemos y Ciudadanos). El 67% de los preguntados se decanta por un futuro Gobierno en España a través de pactos.
La encuesta de Metroscopia sobre el clima político en España, efectuada entre el 7 y 11 de septiembre, justo la fecha de la masiva Diada que se celebró en Barcelona, sigue recogiendo un escenario en el que cuatro partidos se reparten el grueso de los votos en unas hipotéticas elecciones generales, pero con dos niveles distintos en esa disputa. Por un lado, en un primer escalón, estaría la pugna entre PP y PSOE por ver quién gana y afronta la responsabilidad de intentar formar un Gobierno en España que encare los retos de primer nivel político y económico que deberán abordarse en la siguiente legislatura. Por otra parte, estaría por comprobar el nivel con el que cuaja en las urnas la creciente influencia de las llamadas fuerzas emergentes.
El PSOE resultaría el partido más votado (24,6%), con un 1,2 puntos por encima del PP (23,4%), según el sondeo. Ese marcador es en realidad un empate técnico —el margen de error del estudio es del 2,4%—, que lleva fluctuando entre una u otra formación alrededor de los dos puntos desde el pasado febrero. El partido que lidera Pedro Sánchez se mantiene por segundo mes consecutivo por encima y registra además su mejor nota de todo el año. El PP alcanza un 23,4% de los votos y mejora tres décimas con respecto a lo cosechado en julio, cuando su líder, Mariano Rajoy, acometió ligeros ajustes tanto en el Gobierno como en la cúpula del partido y que apenas se notan en una mayor ilusión o expectativas electorales.
El bipartidismo que representan PSOE y PP, que parecía haber entrado en crisis hace algo más de un año con la aparición de Podemos y el resurgir de Ciudadanos a nivel nacional, recibe ahora el mejor resultado desde noviembre de 2014. En gran parte por la distinta intensidad del frenazo que sufren tanto Podemos como Ciudadanos, que llegaron a disputar a socialistas y populares la primera posición del tablero político en abril con un empate técnico a cuatro en el que todos acumulaban porcentajes cercanos al 20%.
Podemos, que captaría ahora el 18,6% del voto, sube medio punto con respecto a la marca que obtuvo antes del verano pero pierde casi 10 si compara con las encuestas de enero. Ciudadanos, que tocó su techo en abril con 19,4%, estaría ahora casi igual que en julio (16,1% frente a 16%).
En esta hipótesis, la nueva Izquierda Unida de Alberto Garzón está en el límite de obtener representación parlamentaria (5%), aunque con 1,9 puntos menos que los recibidos en las urnas de hace cuatro años. UPyD no supera la crisis interna ni remonta tras el cambio de liderazgo y la salida de Rosa Díez y se sitúa por debajo del 1%.
Este cuatripartidismo a dos niveles que refleja la encuesta de Metroscopia perfila un futuro Parlamento más complicado de gestionar tras las próximas elecciones generales, previstas para el 13 o 20 de diciembre, pero aún sin convocar por Mariano Rajoy. Y vaticina con toda seguridad otro tipo de Gobierno. Un ejecutivo que será de pactos o no será. Esa es la preferencia clara de los sondeados.
El 67% de los ciudadanos preguntados, dos de cada tres, se decanta por un futuro Gobierno en La Moncloa entre varios partidos. Estos últimos cuatro años del Ejecutivo de Rajoy con mayoría absoluta ha vacunado a una gran parte del electorado, y solo el 65% de los votantes del propio PP se pronuncian a favor de la idea de repetir un Gobierno con mayoría absoluta.
El problema para el PP es el enorme rechazo que genera. Es la formación que provoca más antipatía (54%), por encima de Podemos (42%). El PP se mantiene en un rechazo por encima del 50% desde enero de 2013.
La marca Podemos, que lidera Pablo Iglesias, ha sufrido en este aspecto de valoración de los electores un vuelco en poco tiempo. En junio de 2014, justo después de las elecciones europeas que les otorgaron cinco escaños en Bruselas y provocaron una convulsión política en el país, Podemos apenas suscitaba rechazo en el 8% de la población. Ahora, tras los datos de las elecciones municipales y autonómicas y tras los diferentes pactos locales alcanzados por la formación, ese malestar ha subido hasta el 42%. El PSOE, en ese campo, lo tiene mejor porque provoca menos reacción negativa (17%) aunque mayor que Ciudadanos (13%).
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