Una mujer degüella a su bebé en un supuesto ritual en Toledo
La madre entró a primera hora de la mañana en el cementerio de La Villa de Don Fadrique
Una mujer de 36 años, vecina de La Villa de Don Fadrique, pueblo toledano de 3.962 habitantes, ha degollado presuntamente este miércoles a su bebé de tres meses en la capilla del cementerio local. La Guardia Civil la detuvo tras perseguirla hasta la iglesia de la Asunción, en el centro del pueblo. La madre de la homicida ha asegurado no reconocer el comportamiento de su hija cuando, a primera hora de la mañana, entró a recoger al niño. La detenida había estado ingresada ocho días atrás en la unidad de Psiquiatría del hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
A las siete y cuarto de la mañana, Zaida, de 36 años, vecina de La Villa de Don Fadrique, ha entrado en casa de su madre, Julia. Allí dormían sus dos hijos de tres meses y tres años por la mudanza que ella y su marido estaban haciendo. Tras un forcejeo con la abuela de los niños, en el que esta ha caído por la escalera, Zaida ha cogido al bebé y ha subido a su furgoneta camino del cementerio.
A un kilómetro de distancia del centro del pueblo, el camposanto se levanta solitario entre viñedos. Para llegar allí en coche ofrece acceso un camino de tierra. A esa hora de la mañana "solo los habituales" están en los alrededores, según cuenta el alcalde, Jaime Santos (PP). Zaida ha irrumpido en la capilla, situada a un metro de la verja de entrada, y ha degollado a su bebé. El responsable de abrir el cementerio encontró el cadáver depositado en el altar tras ver a Zaida salir descontrolada.
La mujer condujo su furgoneta hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en la plaza del Ayuntamiento, donde entró profiriendo gritos y perseguida por la Guardia Civil, que ya había sido alertada. "Tengo el demonio dentro", gritó la detenida, según ha asegurado a la agencia Efe el concejal de Urbanismo, Carlos Mendoza.
La madre había estado ingresada 12 días por problemas psiquiátricos y estaba tomando medicación
La Guardia Civil ha reducido a Zaida, que ha sido trasladada en ambulancia hasta el Hospital General La Mancha Centro, en Alcázar de San Juan, a 27 kilómetros de La Villa de Don Fadrique.
"Esa que ha venido hoy no era mi hija. No entiendo qué le ha pasado", cuenta Julia, la abuela del bebé asesinado. "Acababa de darle el biberón al pequeño y me ha sorprendido que llegase tan temprano", relata entre lágrimas.
La mayoría de los vecinos dicen que Zaida era una mujer simpática y que cuidaba bien de sus hijos. Carmen, que tiene una panadería cerca de la casa de la abuela del bebé, cuenta que coincidió con la presunta filicida hace unos días en una plazoleta cercana: "Acariciaba a su bebé y se la veía feliz".
Con "el polvo y el trasiego"
El alcalde, Jaime Santos, se ha mostrado conmocionado por lo sucedido. "Nunca hubiera pensado que algo así podía pasar aquí", asegura. Zaida se había casado hacía unos meses con un colombiano con el que llevaba seis años de relación. El hombre tenía otros dos hijos de otra relación. Recientemente se habían trasladado desde la población cercana de Villacañas y estaban todavía liados con la mudanza. Por ello Julia se encargaba de sus nietos, "para que no tuvieran que estar con todo el polvo y el trasiego".
Los agentes de la Guardia Civil han localizado al padre en un pueblo vecino, al que había ido por la mañana a trabajar. El marido de Zaida se encuentra terriblemente impactado, según asegura el alcalde del pueblo.
La abuela cuenta que este miércoles hacía ocho días que su hija había salido de la unidad psiquiátrica del hospital de Alcázar de San Juan, donde le habían estado haciendo pruebas. Estuvo ingresada 12 días por problemas mentales, aunque no recibió un pronóstico concreto.
No obstante, le recetaron medicación y el pasado lunes su madre llamó a los médicos porque la notaba más alterada de lo normal. Le dijeron que continuase con los fármacos.
No había problemas entre la pareja. "Él se desvivía por ella y ella estaba encantada", afirma la madre de Zaida, que ha recibido el apoyo de numerosos vecinos durante todo el día. "Somos una familia normal, nunca hemos tenido problemas; no sé qué le ha pasado", intenta comentar entre sollozos la abuela del bebé asesinado. Julia añade, además, que la supuesta filicida últimamente estaba obsesionada con la iglesia y con los ritos indígenas.
No obstante, el párroco de la localidad, Rafael del Álamo, asegura que la presunta asesina no acudía habitualmente a la parroquia. Del Álamo se ha negado a reproducir los gritos que Zaida profirió al entrar en la iglesia por considerarlos "un asunto personal".
El Ayuntamiento de La Villa de Don Fadrique ha decretado que este jueves será día de luto y a las doce de la mañana se han concentrado decenas de vecinos frente al Consistorio "para recordar al pequeño", confirma el alcalde.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Quintanar de la Orden, a 17 kilómetros del lugar del crimen, ha abierto diligencias este miércoles para esclarecer el caso. La presunta homicida continúa este jueves ingresada en el Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, según han revelado fuentes de la investigación a la agencia Efe.
Zaida dijo que iba a salvar el mundo
“Voy a salvar el mundo”, aseguró Zaida a su madre antes de poner rumbo al cementerio. Los vecinos no se explican cómo pudo pasar de ser una madre normal y que hacía carantoñas a sus hijos a levantarse una mañana y degollar al más pequeño. No obstante, la abuela del bebé apunta que “desde que dio a luz, no era la misma”.Ella trabajaba con su marido en un negocio ambulante de venta de ropa y se acababan de comprar una casa en la localidad. Antes vivían en el vecino Villacañas. Las dudas sobre su presunta “depresión posparto” recorrieron el pueblo, “donde todos nos conocemos”, en palabras del alcalde Jaime Santos.
Desde hacía pocos meses, Zaida se había casado con su pareja, de nacionalidad colombiana, con la que convivía hacía seis años. Hace pocas semanas, él se trajo a sus dos hijos de Colombia. Nada había cambiado entre la pareja.
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