Confirmada la pena de 23 años a unos gemelos que mataron a una azafata

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 23 años de cárcel impuesta a los gemelos Moisés y Aaron Lobato de la Cruz, de 23 años y vecinos de Vicálvaro, que el 13 de septiembre de 2012 mataron a la azafata de Iberia Raquel Miguélez Cartón, de 40 años. La Sala de lo Penal rechaza el recurso de los hermanos contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que el pasado diciembre les condenó por los delitos de homicidio, robo con violencia y lesiones.

El Supremo da por buenos los hechos probados por la Audiencia de Madrid, que describió una ruta homicida de varias horas que comenzó la noche anterior al crimen y durante la cual los gemelos robaron también un Seat León en Moratalaz y un bolso en Villa de Vallecas. El tercer delito y el más grave lo cometieron pasadas las 6.30 de la mañana en el aparcamiento P-10 de la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas.

En la rotonda de entrada colisionaron con un Porsche Cayenne (un todoterreno de lujo) que conducía la coordinadora de vuelos de Iberia Raquel Miguélez. La mujer detuvo el vehículo unos metros más adelante y Moisés Lobato detuvo el Seat León justo detrás de ella, mientas que Aaron se colocó entre ambos vehículos. En el momento en el que la mujer se bajó de su todoterreno, Aaron se dirigió al puesto de conductor con la intención de apropiarse del coche. "Se inició un fuerte y violento forcejeo entre Aaron y la mujer, al que inmediatamente se unió el procesado Moisés con la intención de vencer la firme resistencia que estaba oponiendo Raquel frente al pretendido apoderamiento de su vehículo", recoge la sentencia.

Aaron consiguió ocupar el asiento del conductor del Porsche e inició la marcha: "Raquel Miguélez cayó a la calzada y fue atropellada por la rueda trasera izquierda de su propio vehículo sustraído". Esto le ocasionó "un politraumatismo especialmente severo", que le provocó la muerte inmediata, cuentan los jueces.

En una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar, el Supremo rechaza que, como defienden los acusados, la muerte de la mujer se debiera a una imprudencia y sostiene que los condenados actuaron asumiendo "una alta probabilidad" de que el resultado de su acción iba a ser la muerte de la víctima. "La acción que ejecuta Aarón, a bordo del vehículo robado, poniendo en marcha el mismo con la propietaria agarrada a la puerta delantera izquierda, lo que produce que esta salga despedida, siendo arrollada por el propio automóvil, es suficientemente ilustrativo de una representación del resultado letal producido", expone la sala.