La juez absuelve a Santiago Cervera de amenazar a un exdirectivo de banca
El exdiputado del PP dimitió tras ser sorprendido cogiendo un sobre en la muralla de Pamplona
El exdiputado del Partido Popular de Navarra Santiago Cervera ha sido absuelto en el caso de las amenazas al expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiaín, quien el 4 de diciembre de 2012 recibió un correo electrónico en el que un comunicante anónimo le exigía 25.000 euros a cambio de no revelar documentos internos de la entidad crediticia que supuestamente le comprometían. El comunicante le ordenaba a Asiaín que dejara el dinero en un sobre en una rendija de la muralla de Pamplona. Días después de esa comunicación, que Asiaín denunció, el entonces diputado Cervera fue sorprendido recogiendo un sobre en ese lugar, que había sido puesto como señuelo por la Guardia Civil.
El 29 de noviembre anterior, Cervera había recibido un correo electrónico, también anónimo, en el que se le avisaba de que en una rendija de la misma muralla de Pamplona encontraría un sobre con documentación relevante sobre Caja Navarra. Las instrucciones para encontrar el lugar eran idénticas a las que recibió Asiaín en su correo amenazante para dejar el dinero.
Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil no han conseguido concretar quién o quiénes son los autores de los ambos correos. La sentencia señala que “no ha quedado acreditado que Santiago Cervera enviara el correo que José Antonio Asiain denunció haber recibido el 4 de diciembre de 2012 ni el que recibió el 29 de noviembre de 2012”. Por lo que se le absuelve en virtud del principio in dubio pro reo [ante la duda, permanece la presunción de inocencia].
En el juicio, que se celebró entre el 1 y el 3 de junio pasados, el fiscal pedía la absolución de Cervera, que dimitió como diputado el mismo día en que fue detenido por el instituto armado mientras recogía el sobre señuelo en la muralla. Solo Asiain mantenía la acusación particular por amenazas.
"No pienso volver a la política"
El exdiputado del PP Santiago Cervera ha destacado a EL PAÍS que la sentencia del juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona "es taxativa" en el hecho de que no hay pruebas alguna de su implicación en un supuesto chantaje.
"He vivido dos años y medio durísimos, en los que he sufrido una instrucción judicial que no ha dejado de investigar intensamente ningún elemento que directa o indirectamente estuviera relacionado con la causa, sin límite de tiempo ni medios empleados. Después de ello, la sentencia es taxativa en el hecho de que no hay pruebas alguna de mi implicación en un supuesto chantaje", afirma.
Sobre su futuro político asegura: "En su momento dimití como diputado pensando no sólo que era una obligación por la honorabilidad que tiene que representar cualquier cargo público, sino para que eso facilitara una acción más rápida de la justicia. No me arrepiento de ello, a pesar de que ésta haya tardado más de dos años y medio en certificar mi inocencia. Hoy tengo otros horizontes profesionales lejos de la política, a la que no pienso volver."
La juez da la razón a la defensa de Cervera cuando argumenta que no hay pruebas de cargo suficientes para acreditar el delito de amenazas. El exdiputado ha negado tanto en el juicio como durante la fase de instrucción haber enviado el correo electrónico amenazante a Asiain, y ha mantenido siempre que ha sido objeto de una trampa. La acusación sostenía que el correo que Cervera recibió en noviembre de 2012 se lo pudo haber enviado a sí mismo o habérselo hecho enviar “para usarlo de coartada”.
La magistrada juzgadora afirma que “tras una abundante prueba no existe prueba directa que permita atribuir al acusado la autoría de los hechos”. La juez recuerda que los agentes de la Guardia Civil que examinaron los dispositivos electrónicos y ordenadores de Cervera no hallaron rastro alguno que permitiera atribuir al exparlamentario popular el envío del correo amenazante. El Ipad de Cervera había sido “restaurado de fábrica”, es decir, que “toda la información que pudiera contener ha sido borrada y no es posible recuperarla”, recuerda la juez.
En el juicio, los peritos del instituto armado concluyeron que “no pueden conocer quien utilizó la IP desde la que se envió el correo delictivo ya que se trata de una empresa radicada en Hong Kong”, que no está obligada por su legislación a proporcionar la información.
“Pese a que se han agotado todas las posibilidades de investigación sobre el origen de los correo (…) no se ha conseguido averiguar la autoría de los mismos, aspecto éste que en delitos como el presente cometido a través de un ordenador, es fundamental para poder realizar una acusación”, expuso el fiscal en su informe definitivo. “Tampoco se ha podido establecer una mínima relación del imputado señor Cervera con el origen de esos correos a través del examen del contenido de sus ordenadores, de sus teléfonos móviles”, sostuvo el ministerio público.
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