Palma, el paraíso perdido de la Infanta
Los grupos políticos de la izquierda, que sucederán en el poder local y balear al PP, habían reclamado al Rey que revocase el ducado
En Palma no se juzgará a la duquesa de Palma. Desde febrero de 2013 la Rambla de los duques de Palma era ya un dato de la memoria histórica reciente de la ciudad. El Ayuntamiento (PP), presionado por la oposición, ordenó que la denominación desapareciese del callejero. Una retirada simbólica de honores públicos a la Infanta e Iñaki Urdangarin para expresar la incomodidad y censura pública por su implicación en el caso Nóos. En el escándalo abierto en 2010, aun sin juzgar, el principal imputado es Urdangarin, que estará acompañado en el banquillo por su esposa Cristina de Borbón, el expresidente Jaume Matas y otros 15 acusados más.
Los grupos políticos de la izquierda que ahora sucederán en el poder local y balear al PP habían reclamado al Rey que revocase el ducado que otorgó a la Infanta Cristina, en 1997, como prueba de "profundo afecto y cariño", con motivo de su boda con Iñaki Urdangarin. La misma izquierda balear multipartito (PSOE, Podemos y MÉS) pidió,casualmente ayer, que la Casa del Rey que abra al público (9 o 10 meses al año) los jardines del palacio de Marivent, residencia de verano que usa la Familia Real, en la bahía de Palma, desde los años setenta.
En el verano de 2003, Urdangarin invitó a Matas a Marivent a jugar a pádel para tratar de “negocios” millonarios con Pepote Ballester. Pepote, regatista olímpico, amigo de las infantas y del Rey desde niño, fue fichado por Matas. Detenido y esposado, al estallar el caso, Pepote ha devenido en un arrepentido: confesó el rol de Urdangarin y Matas en la supuesta malversación de caudales públicos (6 millones entre Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid)
Un día antes de que el rey Felipe revocase el ducado de Palma a su hermana se había conocido un nuevo escrito de la defensa de la Infanta Cristina de censura al juez instructor del caso Nóos, José Castro. La esposa de Urdangarin reclamó, de nuevo, una rebaja en dos millones de su fianza civil.
El juez Castro, en febrero de 2014, interrogó durante cinco horas, como imputada, a la Infanta ("señora de Borbón" le llamaba). Fueron 500 preguntas y las respuestas evasivas: 182 "no lo sé", 55 "no lo recuerdo" y 52 "lo desconozco" o "no me consta", "no me suena", "no me resulta familiar" y "confiaba en mi marido". En la calle, ante los juzgados de Palma cientos de personas efectuaron una manifestación de protesta. Igual sucedió cuando por dos veces fue citado Iñaki Urdangarin.
La vida de la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía estuvo vinculada, desde niña a Palma y su mar. La pasión marinera y de navegante es tradición de los Borbones. En Palma se definirá el futuro personal (judicial) de la hermana del Rey. Pende del resultado de la vista oral del caso Nóos, en el que está acusada por dos delitos fiscales, en un rol de supuesta cooperadora necesaria.
El juicio se celebrará en el plazo de un año en un polígono de Palma, ante la cárcel, por razones de seguridad y para poder acoger a los numerosos medios de comunicación interesados en asistir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.