El autor del himno del PP critica que los candidatos lo evitaran en campaña

El compositor Manuel Pacho (Oviedo, 1953) escribió en 1989 una de las melodías más conocidas y pegadizas de la política española: el himno del PP. 26 años después, el músico critica que algunos candidatos, en su afán de separarse de la deteriorada imagen del PP, renunciaran a pinchar la melodía en sus actos públicos. “No es que esté dolido, pues la música es de ellos y no tengo por qué molestarme, además siempre han sido muy fieles conmigo, pero me parece un error garrafal echar por la borda el capital de reconocimiento e identificación que supone esa música”, afirma.

Pacho pone el acento en el candidato popular a la presidencia de Extremadura, José Antonio Monago, cuyo equipo evitó en todos sus actos públicos poner la conocida música del PP. “No entiendo cómo la dirección nacional ha permitido que se hiciese así, han confundido al electorado y destrozado la imagen de marca del partido. Carlos Floriano [director de campaña del PP] tendría que haber dicho algo”, denuncia Pacho, que nunca ha sido militante conservador.

Monago, que perdió las elecciones –probablemente más por motivos políticos que musicales- no fue el único que escondió los símbolos más reconocibles del PP en su campaña. Otros, como el candidato popular a la alcaldía de Málaga, Francisco de la Torre, optó por abrir y cerrar sus mítines con una canción del cantautor local Pablo Alborán y dejó el himno del partido para los cambios de orador.

Pacho, un ingeniero de telecomunicaciones que dejó los cálculos por la música tras cuatro años en Hewlett Packard, recibió el encargo de componer el himno del PP en 1989. “Me lo encargó Miguel Ángel Rodríguez [colaborador del entonces presidente del partido, José María Aznar]. Apenas 10 minutos después de la reunión, cuando bajaba por la calle Génova ya tenía la melodía en la cabeza”. El compositor se inspiró, afirma, “en la idea de un emprendedor solitario y pobre que con esfuerzo consigue crear una empresa de éxito”.

El músico, autor de cientos de melodías publicitarias, buscaba una tonada “clara, entendible y que se recordara con dos o tres pasadas de radio”. También quería una melodía que “diferenciara conceptualmente a la izquierda y la derecha”. Cuando se la presentó personalmente a Aznar y a los entonces líderes populares Francisco Álvarez-Cascos y Rodrigo Rato, estos aceptaron enseguida, recuerda.

Pacho vendió la partitura por 500.000 pesetas (3.000 euros) –“todo legalmente y con factura”, recuerda-. También ha cobrado diferentes cantidades por los 22 arreglos –sinfónicos, heavy metal, bakalao- que sus colaboradores han hecho a la melodía original. También hay una versión para los actos con víctimas del terrorismo. La canción está registrada en la Sociedad General de Autores y Editores, pero Pacho no cobra por su uso en los actos públicos. “Los partidos no pagan derechos de autor por la música de los mítines”, afirma. Sí que recibe algunos royalties –escasos- cuando el partido usa la música en sus anuncios de televisión, afirma.