“A partir del miércoles, o gobierna la lista más votada, o nuevas elecciones”

La dirección de Ciudadanos exige un pacto público y por escrito para abstenerse en la segunda votación para la investidura de Susana Díaz (PSOE) como presidenta de la Junta de Andalucía. Ese acuerdo, que incluiría un decálogo anticorrupción y medidas para luchar contra el paro y garantizar los servicios públicos, está cerca, según ha admitido en la Cadena SER Juan Marín, el líder andaluz de la formación. El documento permitiría a la dirección de Ciudadanos justificar el acuerdo ante las bases, que también escucharían el argumento de la responsabilidad política: “A partir del miércoles, o gobierna la lista más votada (PSOE), o ya nos planteamos ir a una nueva convocatoria electoral, algo a lo que creo que ningún partido estaría dispuesto [en realidad, hasta el 4 de julio se pueden convocar tantas sesiones de investidura como quiera la candidata]”, ha dicho Marín, que en ningún caso entrará en el Gobierno.

Por primera vez en su historia, Ciudadanos tiene que tomar una decisión que enfrenta su discurso contra el bipartidismo con su capacidad para garantizar la gobernabilidad de una de la Comunidades más importantes de España. Las implicaciones del debate son profundas para una formación que logró nueve diputados en Andalucía gracias a sus duras críticas a los más de 30 años de Gobiernos del PSOE, y que ahora se ve abocada a permitir la investidura de la candidata socialista. Los dirigentes del partido emergente son conscientes de que sus votantes pueden castigar esa elección en los comicios municipales y autonómicos del 24 de mayo. Por eso trabajan en reforzar el mensaje del cambio, subrayando en público que las concesiones arrancadas al PSOE son más importantes que todo lo logrado por el PP “en más de 30 años de oposición en Andalucía”.

El pasado sábado, las dos formaciones se reunieron para discutir los términos del acuerdo que lleve a Ciudadanos a abstenerse y así permitir la investidura. El grupo de Marín logró que el de Díaz aceptara su decálogo anticorrupción, que el PSOE enmendó y amplió, y quedó a la espera de reformas concretas en materia de lucha contra el paro y sostenimiento del estado de bienestar. Avisó, además, de que solo firmaría un pacto que estableciera un calendario de cumplimiento claro y auditable públicamente.

Las palabras que la aspirante a la presidencia pronuncie en su discurso de investidura no servirán para cerrar las negociaciones, según ha avisado Marín. El partido de Rivera exige que los términos del acuerdo sean públicos y queden por escrito, porque las palabras se las lleva el viento. Ese documento será el que exhiban Marín y Rivera ante las bases como prueba, según argumentarán, de que Ciudadanos mantiene su independencia pero es capaz de marcar la agenda del Gobierno desde la oposición.

“No confiamos solo en las declaraciones de intenciones del discurso de la candidata”, ha argumentado Marín. “Han sido mucho los discursos de investidura y promesas que los andaluces han visto que no se han cumplido”, ha añadido. “Todavía no lo podría dar por hecho”, ha comentado sobre la investidura de la candidata del PSOE.