Rajoy impone una tregua en el PP hasta las elecciones locales de mayo
El presidente aclara que no hará cambios para minimizar la crisis interna
El presidente del PP, Mariano Rajoy, pronunciará este martes ante la Junta Directiva Nacional de su partido un discurso de apelación a la unidad, el trabajo común y el cierre de filas como en los momentos más complicados ya vividos en la legislatura, pero con fecha de caducidad evidente. La inédita guerra abierta y pública entre los máximos dirigentes de dos de sus principales organizaciones territoriales, Castilla-La Mancha y Andalucía, solo quedará postergada hasta conocer el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, y muy particularmente, hasta saber si la actual secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reedita su éxito de hace cuatro años; entonces arrebató al PSOE el Gobierno castellanomanchego.
El 24 de mayo hay ya convocadas formalmente elecciones a 13 autonomías y unos 8.000 municipios, pero la cita con las urnas en Castilla-La Mancha está adquiriendo con el tiempo y las trifulcas internas del PP un valor especial. En el equipo de Cospedal admiten que si la actual secretaria general ha sido muy cuestionada casi desde que salió elegida —primero por su particular gestión del caso Bárcenas y luego por compatibilizar ese cargo de partido con la presidencia regional desde 2011—, ahora la situación será mucho peor. No se espera ni comprensión ni compasión.
Si Cospedal pierde en mayo el Gobierno de Castilla-La Mancha —que ganó en 2011 al socialista José María Barreda por un escaño (25 frente a 24) pero aumentando en 100.000 votos y cuatro puntos los resultados de 2007—, su futuro político en el PP a nivel nacional y de cara a una futurible sucesión de Rajoy también quedará marcado. Ella y su equipo son conscientes de ese doble examen. Entre sus principales colaboradores en Castilla-La Mancha, lo asumen, pero apuntan otra baza a su favor: “Todo dependerá de lo que pase el 24 de mayo, para bien o para mal. Si no vence todo se acabó, pero si ella gana por segunda vez una comunidad históricamente socialista y se pierden, por ejemplo, la Comunidad Valenciana y Madrid u otras, a lo mejor es ella la que sale fortalecida y otros tendrán que dar explicaciones”.
El líder popular exige a lo suyos “máximo esfuerzo
Mariano Rajoy, que fue el que la eligió para la secretaría general en 2008 tras rechazar el cargo Javier Arenas, salió este lunes públicamente en su defensa en una entrevista en Radio Nacional. Lo hizo después de permitir con su silencio e inacción, durante meses, que en el PP se impusiera el criterio, entre muchos barones regionales y candidatos locales, de que la sede del PP está vacía y sus máximos responsables ausentes, y de que carecen de directrices claras. Rajoy anticipó este lunes la idea que lanzará hoy martes ante la junta directiva, el máximo órgano entre congresos, que no se reúne desde hace dos años: “No va a haber cambios. El Gobierno está funcionando muy bien y el partido está funcionando muy bien. Estoy satisfecho de cómo están funcionando las cosas, aunque siempre puede haber pequeños ajustes”.
El presidente también avanzó que pedirá a los 500 cargos del PP convocados “máximo esfuerzo y máxima unidad” para salir de un momento difícil sin “improvisaciones”. Esa alusión tiene que ver con su decisión de solicitar más implicación a la hora de justificar las medidas aplicadas estos años por el Gobierno y que, según su opinión y los datos económicos más recientes, habrían empezado a dar frutos. Fue ahí donde sostuvo que lo más peligroso ahora sería cambiar esas políticas. Rajoy se mostró satisfecho con los datos de desempleo conocidos este lunes, que le sirvieron para vaticinar que por esa senda habrá a finales de año —cuando están previstas las elecciones generales— 500.000 parados menos.
Ve a Ciudadanos como una opción coyuntural
La llamada a no improvisar, sin embargo, tiene más interpretaciones. Internas, en el PP, ante los que reclaman un reforzamiento del partido, con un secretario general en exclusiva o con un nuevo coordinador general bajo su mando, algo que Rajoy desecha, al menos hasta ver si supera las elecciones de mayo con una pérdida de poder local asumible. Pero también se dirige el presidente a los votantes populares desencantados que se decantan ahora por la opción en auge de Ciudadanos. Rajoy justificó este lunes los ataques dirigidos desde el PP al partido de Albert Rivera afirmando que ese es “el debate clásico de la política”. Ciudadanos, según el presidente, es solo una opción coyuntural y de “ideología desconocida”.
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