Las advertencias de Cospedal

En el PP y hasta en La Moncloa niegan —aunque con la boca pequeña— que las relaciones entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, así como las de sus equipos, sean malas. Las califican simplemente de “profesionales, que es lo importante”, como hizo este lunes el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el segundo de Sáenz de Santamaría en la vicepresidencia del Gobierno. Pero ni Cospedal, secretaria general del PP, ni nadie de su entorno se habían atrevido a explicitar tanto ese enfrentamiento como hizo este fin de semana la senadora y portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos. Su frase parecía dirigida otra vez contra Javier Arenas, en su día promotor de Cospedal y ahora su gran adversario interno, pero llevaba más carga de profundidad: “Los que perdieron Andalucía, esos que no han ganado nunca o que no se han presentado a unas elecciones o, incluso, que no saben nada de política, se están dedicando a desestabilizar el PP”, dijo Riolobos.

Tanto desde el PP andaluz como desde el castellanomanchego se admite que esa alusión a los que no se han presentado nunca a unas elecciones se dirigía contra Santamaría, aunque esta concurrió en las últimas generales de número dos por Madrid tras Rajoy. En el PP de Andalucía no entendían aún este lunes “la virulencia e intensidad de esa invectiva” e interpretaron el ataque a su candidato, Juan Manuel Moreno, y a su organización como una “excusa” en las “escaramuzas de la guerra abierta ante una futurible sucesión de Rajoy”.

Moreno acudió este lunes en Huelva y Cádiz a dos reuniones con los alcaldes del PP en ambas provincias, que se mostraron consternados ante esta disputa interna en vísperas de unas elecciones clave. “En el PP andaluz hay indignación y estupor y algún alcalde así se ha expresado en las reuniones”, admitieron fuentes de la dirección del partido. Los regidores lamentaron que con este tipo de comportamientos se esté dando más aire aún a las posibilidades electorales de Ciudadanos en sus municipios. Una de las alcaldesas que reconoció esa inquietud fue la veterana Teófila Martínez, que lleva 20 años con mayorías absolutas al frente del Consistorio de Cádiz y que en las recientes elecciones vio cómo Podemos se aupaba en su ciudad con la victoria.

La vicepresidenta nunca se ha pronunciado sobre sus relaciones con Cospedal. Pero desde el entorno de la secretaria general se apunta con nombres y apellidos contra supuestas maniobras de colaboradores de Santamaría y se justifica así la irrupción en público este fin de semana de dos personas de la confianza de Cospedal: “No podemos estar, con las elecciones convocadas, con esos dimes y diretes de falta de liderazgo. Salvo que no se quiera que Cospedal vuelva a ganar”.