El exsindicalista Fernández Villa no acude al Parlamento asturiano
El dirigente minero debía aclarar la regularización de 1,4millones de euros
El exdirigente minero José Ángel Fernández Villa, investigado por la Agencia Tributaria por haber regularizado en 2012 casi 1,4 millones de euros en la llamada “amnistía fiscal” del Gobierno, se ha amparado en un dictamen médico para no comparecer este lunes ante la comisión que ha constituido el Parlamento de Asturias para esclarecer los hechos y el origen de su fortuna. Su esposa y sus dos hijos sí acudieron a la citación, pero se acogieron al derecho a no declarar y no contestaron a las preguntas que les formularon los representantes de los grupos políticos. La misma decisión adoptó el también exsindicalista minero José Antonio Postigo, expresidente del Montepío de la Minería, quien regularizó 300.000 euros en el mismo banco y al mismo tiempo que Villa. Una hija de Postigo afloró entonces otros 50.000 euros.
Es la segunda vez que Fernández Villa, exdirigente del SOMA-FITAG-UGT, no acude al Parlamento asturiano a explicar el origen de los 1,4 millones que, según desveló EL PAÍS en octubre, había regularizado en 2012. El sindicalista, de 71 años, que vive recluido en su domicilio de Oviedo y que había estado varios días hospitalizado en octubre, ya eludió comparecer en noviembre, cuando, en su condición de representante de la cámara autonómica en el consejo de administración de la empresa estatal del carbón Hunosa, fue convocado por el Parlamento para que explicase el origen del patrimonio descubierto. Entonces la familia aportó un certificado hospitalario según el cual el exdirigente minero socialista padecía un “síndrome confusional agudo”.
Ahora, una vez constituida la comisión parlamentaria de investigación, la esposa e hijos del exdirigente carbonero aportaron un nuevo dictamen médico, expedido por el área de neurociencia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), según el cual Fernández Villa padece una demencia frontal de grado leve-moderado con probable componente degenerativo asociado. En el certificado se hace constar que la salud del exsindicalista ha empeorado en los últimos meses y que en la actualidad evidencia deterioro y signos de comportamiento reiterativo, ideas obsesivas y "descuido del aseo personal", por lo que la situación depresiva persiste.
La familia aporta un nuevo dictamen médico según el cual Fernández Villa padece una demencia frontal
María Jesús Iglesias, esposa de Fernández Villa, y los dos hijos del matrimonio, Rolando y Ángela Fernández Iglesias, apelaron al derecho a no declarar recogido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal al tratarse de una investigación sobre su marido y progenitor, respectivamente. Rolando Fernández Iglesias estuvo empleado como responsable de un geriátrico del Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana, una institución controlada por los sindicatos del carbón.
El exresponsable del Montepío, José Antonio Postigo, exsindicalista del SOMA y exlugarteniente de Fernández Villa, también apeló a su derecho a no contestar a las preguntas. Tanto Fernández Villa como Postigo fueron expulsados por el PSOE y el SOMA tras saberse que habían regularizado dinero oculto hasta entonces al fisco y cuyo origen se pretende esclarecer.
Una hija de Postigo, Patricia Postigo Pérez, exempleada del Montepío, se limitó a leer una nota en la que avanzó que sobre su padre nada tenía que decir y que carecía de información sobre su gestión al frente de la mutualidad de los mineros.
La comisión de investigación, algunas de cuyos miembros calificaron de “burla” la actitud de los comparecientes, propuso dar traslado a la fiscalía de la inasistencia de Fernández Villa por si pudiese ser constitutiva de un delito de desobediencia o por si, a la vista del dictamen médico aportado por sus parientes, pudiera ser susceptible de ser incapacitado.
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