Guerra se despide del Congreso: “Echaré en falta el hemiciclo”
El veterano socialista reivindica el trabajo hecho para unir "a las dos Españas en una sola"
“¿Qué puedo echar en falta? Probablemente, la imagen del edifico y del hemiciclo; lo demás, no”. De ese edificio, el Congreso de los Diputados, se despidió este jueves Alfonso Guerra después de 37 años ininterrumpidos de actividad parlamentaria. Y pronunciando esas palabras, el que fuera uno de los protagonistas de la Transición, vicepresidente y responsable del afianzamiento del PSOE junto a Felipe González, acudió a su último pleno.
El día en que los diputados se suelen despedir antes de las fiestas navideñas, los “hasta luego” se convirtieron para Guerra, de 74 años, en un “hasta siempre”.
El veterano dirigente socialista abandona la política, y lo hace, aseguró, “con normalidad” y con la sensación “bastante dulce” de “marcharse con el apoyo de los propios y el respeto de los ajenos”. El cariño de sus compañeros se escenificó al término de la sesión en la escalinata de los Leones de la Cámara baja, donde más de un centenar de diputados y trabajadores del grupo parlamentario homenajearon a uno de los ideólogos del PSOE.
“El que se mueve no sale en la foto”, se escuchó, en referencia a una de las frases que se le han atribuido y que él siempre ha negado. “Gracias, Alfonso, por estos años, tu labor parlamentaria ha creado escuela. Formas parte de la historia del PSOE”, señaló el secretario general de la formación, Pedro Sánchez.
También hubo muestras de respeto de los adversarios políticos. El presidente del Congreso, Jesús Posada, del PP, ya le agradeció el pasado octubre su “magnífico trabajo” en la Comisión de Presupuestos y calificó de “honor” el haber compartido escaño con él. “Mi formación y yo hemos tenido grandes diferencias, pero no deja de ser un parlamentario importante en la vida política española”, resumió el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y el portavoz popular, Rafael Hernando, también se le acercaron para despedirse. “Que le vaya bonito en su nueva vida”, afirmó la portavoz de UPyD y antigua compañera de partido, Rosa Díez.
Con gesto quizá abrumado, pero serio, Guerra aprovechó su último día para reivindicar el legado de la actividad política de las últimas cuatro décadas, los “mejores” 40 años de la historia reciente. “Con Franco, España estaba fuera, no estaba en el mapa y de pronto se logra y se logra haciendo confluir a las dos Españas en una sola España”, señaló antes de comentar que “en España hay una cultura bastante antiluterana”, reacia a reconocer “los propios valores”. “Pero estamos mejor”, insistió.
También deseó suerte a Pedro Sánchez: “Cada generación tiene su propio proyecto y esperamos que le vaya muy bien”. En definitiva, el fin de una etapa. “La vida está llena de una acumulación de datos, de vivencias. Todas quedan en las alforjas, buenas y malas. Seguiré viviendo normalmente”.
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