“Guerra fue el reconstructor del partido socialista en la clandestinidad”
El periodista Joaquín Prieto evoca el recorrido político del exvicepresidente del Gobierno, quien se ha despedido hoy como parlamentario tras 37 años ininterrumpidos en la Carrera de San Jerónimo
Fue el "reconstructor del Partido Socialista en la clandestinidad" y ha sido "una de las personas más importantes de la política española en los últimos 40 años". Así recuerda Joaquín Prieto, periodista de Opinión de EL PAÍS, la figura de Alfonso Guerra. Formó un tándem que parecía invencible con Felipe González, con quien llevo al PSOE al poder para convertirse en vicepresidente del Gobierno, y ambos protagonizarían el divorcio más sonado de la política española en los 90. "Guerra nunca quiso encabezar una corriente en el partido", recuerda Prieto, quien asegura que el enfrentamiento entre ambos se produjo por su empeño en mantener al PSOE como "un partido de izquierda clásico".
Tras el escándalo de corrupción de su hermano, Juan Guerra, y la llegada del PP al Gobierno en 1996, Guerra se refugió en la actividad parlamentaria aunque "no exactamente como diputado de base". Jugó un papel destacado como presidente de la Comisión Constitucional que tramitó el nuevo estatuto de Cataluña durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, y en los últimos tiempos ha enfocado su actividad en "denunciar el populismo de Podemos" reivindicando el "éxito del régimen emanado de la Transición". Un diputado, el único hasta hoy presente en todas las legislaturas, que se retira con fama de buen orador: "De verbo ácido, ingenioso, culto... pero también terriblemente capaz de atacar al adversario".
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