“Que se cumpla la ley. No la venganza”
Manrique asegura que estaba preparado para la salida de Santi Potros de la cárcel
El 19 de junio de 1987, Roberto Manrique trabajaba en la carnicería del Hipercor de Barcelona. A las 16.10 de la tarde sintió cómo tras una enorme explosión se abría un cráter sobre sus pies y una ola de fuego le quemaba la cabeza, la cara, los brazos y la pierna derecha. Manrique se convertía en una de las decenas de víctimas del mayor atentado de la historia terrorista de ETA: 21 muertos y 45 heridos. Pocos meses después, en septiembre, la policía francesa detenía en Bidart a Santiago Arróspide, Santi Potros, jefe militar de ETA y responsable político del atentado.
El pasado 3 de diciembre, tras 27 años y tres meses de condena cumplida, salía de la prisión Santi Potros, notoriamente envejecido, a sus 66 años, y apartado de la banda terrorista que dirigió. Su excarcelación ha generado una división entre el Gobierno, presionado por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo, contrario a su excarcelación, y la sección primera de la Audiencia Nacional, que ha aplicado una sentencia del Tribunal Supremo, de marzo, que al hacerse eco de una decisión marco de la UE, que computa las penas cumplidas en cualquier país de la comunidad, en este caso Francia, ha permitido la excarcelación de Santi Potros.
Manrique, que ha sido delegado de la AVT en Cataluña, posteriormente de la Asociación Catalana de Víctimas y responsable de la oficina de Víctimas de la Generalitat, señala que no le ha producido “ninguna sorpresa” la salida de Santi Potros. “Algunas víctimas veteranas ya estábamos preparadas para esto. Habíamos hecho pedagogía y nos conocíamos las leyes. Sabíamos que la legislación europea manda sobre la nacional y que las leyes no se aplican retroactivamente”.
La liberación del etarra era esperable, dice el presidente de las víctimas catalanas
Manrique se muestra “irritado” con el Gobierno por arremeter contra los jueces. “El Gobierno ha tenido tiempo más que suficiente para cambiar las leyes y lo ha hecho, a última hora, de modo precipitado y mal. Me duele que salga Santi Potros, aunque ya estaba resignado. Es la ley y hay que acatarla. Por eso me duele, especialmente, que el Gobierno ataque a los jueces. Me parece fuera de lugar”.
El expresidente de la AVT en Cataluña asegura que la actual presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, no le representa cuando se une al Gobierno en su ataque a los jueces. “No nos representa ni a mí ni a otras muchas víctimas”.
Cuenta cómo ha hablado, en los últimos días, con numerosas víctimas del atentado de Hipercor de Barcelona y le consta que nadie de ellos ha recibido “ninguna notificación del Gobierno o de la AVT sobre la salida de Santi Potros de la cárcel”. “Debieran habernos avisado. Al contrario, Gobierno y AVT se pronuncian en nombre de las víctimas del terrorismo sin hablar con los directamente afectados. Rechazamos que hablen en nombre de las víctimas”.
“Me duele que el
Gobierno ataque a
los jueces”, protesta
Manrique señala: “Algunas víctimas se han dejado utilizar políticamente por el Gobierno, pero otras muchas no hemos caído en esa trampa. He visto, cuando Zapatero gobernaba, cómo mientras recogían firmas contra la negociación con ETA, a la par recogían contra el Estatuto de Cataluña. Hacer el juego partidista me molesta”.
Defiende tajantemente la pluralidad política de las víctimas. “He visitado centenares de domicilios de víctimas y he visto desde altares a Franco a banderas catalanas, a familias con miembros de color amarillo, rojo y verde. En Cataluña, hay víctimas que están a favor de la consulta y otras en contra. Por eso ha molestado a miembros de AVT que Pedraza apoyara el manifiesto de Libres e Iguales. Nos duele que nos metan en sacos partidistas”. Manrique estima que la politización en la AVT se inició en 2002, con la presidencia de Francisco Alcaraz. Hoy, según datos oficiales que maneja, la AVT representa el 46,4% del colectivo de víctimas.
El expresidente de la AVT catalana estaba preparado para asumir la salida de Santi Potros. Tenía un buen conocimiento de lo que sucedía porque en mayo de 2011, cinco meses antes del cese definitivo de ETA, recibió una carta desde la cárcel de Zaballa (Álava) de Rafael Caride, uno de los integrantes del comando que atentó en Hipercor, en la que el hoy terrorista arrepentido le solicitaba un encuentro y ya le anunciaba el final del terrorismo.
“Me entrevisté con él porque quería saber los porqués de aquel atentado y qué sucedía en ETA. Me di cuenta de que la banda estaba dividida y con aquella entrevista colaboraba en esa división. Pero a Caride no le quise dar la mano porque pensaba que no les iba a gustar a las víctimas”.
Recuerda cómo le enviaron unos 300 mensajes de felicitación por la entrevista, muchos de víctimas afiliadas a la AVT. Manrique aprueba los encuentros con terroristas arrepentidos y el acercamiento de presos a cárceles vascas, siempre “de acuerdo con la ley”. “Muchísimas víctimas lo que deseamos es que no se vuelva a vivir lo que vivimos y para ello la mejor garantía es que se cumpla la ley. No la venganza”.
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