Una treintena de inmigrantes logra saltar la valla de Melilla
Otro grupo de 500 extranjeros intenta entrar en España por la zona norte de la ciudad
Más de cien subsaharianos intentaron, a primera hora de este martes, saltar la valla de Melilla por la zona del paso fronterizo llamado Barrio Chino. Unos 30 lo habrían conseguido, ya que es el número de inmigrantes que ha llegado esta mañana al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Paralelamente, otro grupo de 500 también intentó ingresar en la ciudad autónoma por la zona norte del perímetro fronterizo.
Tras la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes y la Guardia Civil —con el apoyo logístico de un helicóptero—, los subsaharianos comenzaron a replegarse hacia el Gurugú, el monte marroquí donde algunos suelen concentrarse. "La presión migratoria ha sido extrema durante horas", según las versiones de algunos guardias civiles.
La frontera con Marruecos, por la zona de paso del Barrio Chino, se cerró por precaución y se suspendió la actividad comercial habitual. El último salto de la valla se produjo el pasado día 28, cuando una decena de decena de inmigrantes subsaharianos lograron entrar en la ciudad saltando por la zona de los cortados de Aguadú, en la costa norte. Otros seis fueron repelidos. Un día antes, el 27, otro medio millar protagonizó una madrugada de intensa presión sobre la valla en la que ningún subsahariano consiguió su objetivo de entrar a la ciudad autónoma.
Los detenidos pasan a disposición judicial
Cuatro de los 17 ocupantes de la patera que este lunes intentó llegar a la playa de Melilla —13 hombres, 2 mujeres embarazadas y 2 menores— han pasado a disposición judicial. El grupo roció gasolina a uno de los guardias civiles que se habían acercado para interceptarles.
Una primera embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil habría interceptado la patera. La llegada de una segunda embarcación desató la violencia de algunos de sus ocupantes. Dos se lanzaron al mar y otros tres se enfrentaron a los agentes: uno con un ancla, otro con un palo y un tercero tirando gasolina, según la declaración del delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani.
La Guardia Civil rescató a los inmigrantes que se arrojaron al agua y detuvo a los tres ocupantes que se enfrentaron a los agentes y provocaron lesiones leves a dos de los guardias, en concreto dos miembros del Grupo de Reserva y Seguridad, incorporados como refuerzo de los GEAS. Uno tiene contusiones en los brazos y el otro, una contractura en el cuello, fruto del forcejeo.
También se ha detenido al patrón de la embarcación, que ha pasado a disposición judicial por un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros. A los tres inmigrantes que se enfrentaron a la Guardia Civil se les acusa de desobediencia, resistencia y atentado contra los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
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