Turismo y Forestales son las carreras con peores salidas
Educación ultima el primer mapa de empleo universitario
La diplomatura en Turismo y la Ingeniería Técnica Forestal son las dos carreras universitarias con menos opciones en el mercado de trabajo español. Tanto en una como en otra, uno de cada dos titulados han acabado empleados en algo para lo que no necesitaban ningún tipo de cualificación: ni la universitaria ni ningún estudio previo más allá del graduado escolar. El listado con las titulaciones con menos salidas laborales es parte del primer mapa de empleabilidad que está elaborando el Ministerio de Educación, a cuyos datos ha tenido acceso este periódico.
El 45% de titulados españoles trabajan por debajo de su cualificación, según las primeras grandes cifras de este informe, cuyo contenido se publicitó parcialmente hace un mes. Este porcentaje, que dobla la media europea, denota un desfase entre la oferta y la demanda y refleja también una realidad muy específica del mercado español, con las tasas más altas de paro del continente, un 50% de desempleo juvenil, y la resaca de una burbuja inmobiliaria que estalló por los aires. Algo menos de la mitad de ese porcentaje (el 20%) de los titulados han encontrado un empleo que requiere una formación media y el 24,4% se dedican a algo que no requería ningún tipo de estudio previo.
El sociólogo que acabó de pastor
El sociólogo Luis Ángel Alfonso ha pasado los últimos tres años con un rebaño de 300 cabras en los montes del cantón suizo de Graübunden. Terminó la carrera en la Universidad de Salamanca y abandonó su Cáceres natal para buscarse la vida. Tenía un contacto familiar que le dijo que ser pastor en Suiza era una opción bien pagada y no se lo pensó mucho porque no veía salidas. “Me da para vivir muy bien, gano más que cualquier persona que trabaje en España acorde con su cualificación”, explica al teléfono. Intercala temporadas de cinco meses al año en la montaña con el rebaño, con un horario diario de 05.00 a 22.00 y sin descanso semanal, con periodos de inactividad en España. Cobraba un sueldo mensual bruto de 4.200 francos suizos (casi 3.500 euros). Tras estudiar un curso intensivo de un mes, ha ascendido a quesero, un puesto por el que cobra 5.000 francos (4.158 euros) y que le permite trabajar 10 meses seguidos al año. Alfonso no se ve haciendo este trabajo toda la vida, pero no se ha puesto plazo de vuelta. Asegura que se ha desvinculado “totalmente” de la carrera y que puede considerarse hasta el más afortunado de su promoción: “Los compañeros con los que tengo contacto... o siguen todavía estudiando o ni trabajan ni estudian”.
Los datos más pormenorizados del informe, analizados por EL PAÍS, ofrecen una fotografía fija de las carreras con más sobrecualificación, recogidas en el gráfico adjunto. Encabezan la lista distintas diplomaturas (Turismo, Gestión y Administración Pública o Relaciones Laborales), ingenierías (Técnico Forestal, Técnico de Minas) y licenciaturas como Historia del Arte o Geografía.
Para elaborar este primer mapa de titulaciones y salidas profesionales, el ministerio rastreó los últimos cuatro años de vida laboral de más de 190.000 universitarios de centros públicos y privados de 146 titulaciones. Son alumnos que acabaron sus carreras en el curso 2009-2010. Entre ellos, los médicos son los mejor situados para encontrar trabajo, junto con otras carreras científicas (ópticos, farmacéuticos, ingenieros electrónicos, ...). Es la primera gran fotografía fija del empleo y las universidades, realizado con datos de Educación, la Seguridad Social, el Instituto Nacional de Estadística y la Conferencia de los Consejos Sociales de las Universidades Españolas.
Los datos relacionados con la sobrecualificación de este informe no cogen por sorpresa a los decanos y responsables universitarios consultados. “Nosotros mismos nos dimos cuenta de que había que elevar el nivel”, explica Concepción García, decana de la Facultad Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El grueso de los trabajadores analizados en el estudio se matricularon en el plan antiguo previo al Espacio Europeo de Educación Superior (licenciaturas, diplomaturas e ingenierías). La Complutense asumió el grado de Turismo —que se impartía como diplomatura en un centro adscrito— una vez implantada la transformación europea, el Plan Bolonia.
“Cuando pasamos de la diplomatura al grado nos planteamos que era muy poco ambiciosa porque los titulados acababan de recepcionistas o guías turísticos”, añade la decana, que explica que el nuevo título incluye más enseñanzas relacionadas con derecho o administración para intentar formar a directivos del sector, no empleados. Con las dos primeras promociones ya fuera de la Universidad, esperan los resultados de una primera encuesta de inserción laboral para ver si han avanzado en su objetivo.
“No, no me extrañan esos resultados”, afirma Germán Glaría, director de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid. Dos de las especialidades de esta titulación —Industrias Forestales y Explotaciones Forestales— están a la cabeza del listado. Glaría esgrime dos argumentos de peso. Por un lado, la crisis inmobiliaria y de obra pública ha rebajado “considerablemente” la necesidad de los estudios de impacto ambiental que requerían algunas construcciones. Por el otro, afirma que la demanda real de este tipo de perfiles se ve “sobrepasada” por la cantidad de universidades que ofertan estos títulos. Empezó la UPM hace 30 años y ya son 13.
El decano de la escuela técnica considera responsables de este desfase entre oferta y demanda a las comunidades autónomas —que son las que otorgan los permisos para nuevas universidades— por “abrir un exceso de escuelas en lugares sin demanda al respecto”. Y a los propios campus: “Las universidades deberían tener en cuenta las demandas y salidas de un título antes de ponerlas en marcha”.
“El ministerio debería divulgar mucho más las informaciones relacionadas con el mercado de trabajo y las oportunidades laborales, promover y facilitar que la gente conozca los datos que se tienen pero que se divulgan poco”, añade al debate José María Peiró, fundador del Observatorio de Inserción y Asesoramiento Laboral de la Universitat de Valencia. Este experto en salidas laborales reclama que el primer mapa estatal se repita en años posteriores y que se siga la evolución de los primeros 190.000 titulados analizados para este trabajo. La tendencia, añade, es que la trayectoria profesional mejore y se ajuste más al perfil adecuado “en el medio y largo plazo”.
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