Los condicionantes de la espera

La situación de la médica de MSF repatriada depende de muchos factores. No hay información sobre varios de ellos, pero estos son algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta.

- Las 48 horas. Es el plazo mínimo para que el virus del ébola, si está, se haga presente. En teoría, antes de ese tiempo (que se cumple el sábado a las 5.00), cualquier prueba que se le hiciera a la cooperante daría negativo. A partir de ese plazo, un análisis podría detectar si existe infección, pero una prueba negativa no podría descartarla, porque también podría ser que el virus siguiera en fase de incubación.

- Los 21 días. Es el tiempo máximo para que el virus, si está, empiece a actuar y se le pueda detectar. Por eso es el plazo de la cuarentena.

- La carga viral. Para saber el riesgo de que la médica se haya infectado, un factor fundamental es saber en qué fase de la infección estaba el enfermo del que provienen los fluidos que han causado la infección. Eso determinará la cantidad de virus en sangre (al principio de la enfermedad hay poco, luego aumenta y, según se acerca el momento de la curación, disminuye; mientras que si hay un fallecimiento la concentración es máxima), que está directamente relacionado con la probabilidad de enfermar.

- La aguja. En este caso parece que la médica no se pinchó con una aguja que viniera directamente de ser utilizada en un paciente, sino que esta estuvo en contacto con material que se había usado con un enfermo (gasas, pañales, vendas, apósitos, algodones, barreño, orinal). Esto complica aún más la posibilidad de prever qué puede pasar. El virus puede aguantar días fuera del cuerpo si está en un entorno adecuado (un pañuelo usado para taponar una hemorragia, por ejemplo), pero con el tiempo va desapareciendo. Además hay otros factores, como el sol o la posibilidad de que haya entrado en contacto con desinfectantes, que también disminuyen el riesgo.

- El pinchazo. Aunque un pinchazo es una situación de riesgo muy alto, hay experiencia en otras infecciones, como el VIH, en que se ha visto que el pinchazo accidental del personal sanitario con material contaminado ha causado relativamente pocos contagios. Ello depende de los factores anteriores, y también de que en un pinchazo reciente la sangre del herido tiende a salir del cuerpo, con lo que empuja a los líquidos contaminados que quieren entrar. Eso no sucede en mucosas, que son más permeables que la piel, o en heridas de cierto tiempo, que siguen abiertas pero ya no sangran.