La Reina alaba a los periodistas “que dicen no y mantienen la independencia”

La Reina ha cumplido este lunes 42 años rodeada de excompañeros de profesión. “Gracias por organizarme esta fiesta”, ha dicho al iniciar su discurso en la entrega del premio Luis Carandell de periodismo parlamentario. Hasta ahora habían sido los Príncipes quienes presidían este acto en el Senado y don Felipe quien pronunciaba unas palabras al final. Hoy ha sido doña Letizia, que acudió sola a la Cámara alta, la que se dirigió a los asistentes —políticos y periodistas— para defender el oficio que ejerció hasta hace diez años, cuando se casó con don Felipe.

La Reina se deshizo en elogios hacia la premiada, la periodista de La Vanguardia Carmen del Riego —“Recibe el Luis Carandell por sobrevivir en un oficio golpeado profundamente por la crisis económica”, ha dicho— y quiso aprovechar su discurso para homenajear y animar “a todos los periodistas valientes que dicen no, que se plantan. A esos redactores que no van solo por ir, los que mantienen la independencia. A esos periodistas que protegen el oficio y lo miman a base de seriedad, rigor y verdad”.

Doña Letizia ha presentado como “una pieza clave en democracia” a los periodistas que “siguen creyendo en el periodismo, en la crónica reposada y analítica, a los que siguen pensando que ser el primero en contarlo no es sinónimo de ser el que mejor lo cuenta” y agradeció personalmente su esfuerzo diario “a pesar de los miles de problemas y dificultades” que afrontan.

La Reina ha atribuido a esa clase de periodismo, el riguroso, la facultad de “despertar conciencias” y “articular la opinión pública” y ha recordado el “constante debate” de la profesión para integrar “un contexto tecnológico de vértigo con un modelo de negocio que afiance unos medios de comunicación fuertes y libres”. “A pesar de las nuevas tecnologías y de que todos tenemos esa maquinita llamada teléfono móvil que nos permite estar en cualquier lugar y fotografiar y contar lo que vemos, siempre necesitaremos a esa persona inteligente y responsable que analice, que interprete y sintetice en un puñado de palabras, imágenes, sonidos, esas cosas que pasan. Y eso solo lo puede hacer un buen periodista”, concluyó doña Letizia, que mantiene entre sus amistades a muchas antiguas colegas.

La galardonada, muy emocionada, agradeció el honor de recibir el Luis Carandell, premio que en anteriores ediciones ha recaído en periodistas de esta casa como Anabel Díez y Camilo Valdecantos. Del Riego ha sido muy crítica con el estado de la profesión. “A Luis Carandell no le gustaría el periodismo que se hace hoy”, dijo, refiriéndose a la “superficialidad” y a la batalla muchas veces perdida del rigor frente a la rapidez y el espectáculo. En la misma línea que la Reina, Del Riego defendió la necesidad del periodista de estar en el lugar de la noticia y no conformarse con “la declaración” de un político. “Les ayudamos criticándoles, siempre que la crítica sea justa, no halagándoles”, añadió, dirigiéndose a los diputados y senadores presentes, entre otros, los presidentes de ambas Cámaras, Pío García-Escudero y Jesús Posada.

Doña Letizia escuchó atentamente el discurso de Del Riego —“palabras críticas pero también aleccionadores y constructivas”, dijo— y pidió ejercer “el papel de buena” destacando lo mejor de la profesión en lugar de lo malo. Tras almorzar con periodistas y políticos en el Senado —espárragos blancos con bogavante, merluza al horno y frutas con sorbete de menta— la Reina ha aprovechado el café para saludar a todos los invitados, que la felicitaron por su 42 cumpleaños.

Doña Letizia no quiso más celebraciones públicas que este almuerzo rodeado de colegas. Tampoco hizo, como en otras ocasiones, posados para la ocasión. Mañana acompaña a don Felipe a Ourense, a la inauguración del curso escolar, y el miércoles entregará el galardón V de Vida a la Asociación Española contra el cáncer. Este año tiene por delante, con el Rey, viajes a Nueva York, Alemania, Italia, Bélgica y Holanda.