El PP no presentará al PSOE una propuesta cerrada sobre los alcaldes
Los socialistas desean separar la reforma de otras medidas de regeneración Dirigentes insisten a Rajoy en que el beneficio de cambiar la ley supera al coste
Se acerca el momento en el que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, tendrá que tomar una decisión definitiva sobre la reforma de la ley electoral para cambiar la elección de los alcaldes, y el PP sigue dando muestras de que no tiene una decisión firme tomada sobre si dará el paso de presentar su reforma y aprobarla en solitario. Fuentes de este partido aseguran que mañana, cuando se produzca la primera reunión entre el Gobierno, el PP y el PSOE para negociar las medidas de regeneración, los populares no llevarán una propuesta escrita para la reforma de la ley electoral. Sí habrá documentos sobre las otras leyes que el Gobierno quieren negociar, y sobre las que hay muchas más posibilidades de acuerdo con el PSOE, pero no en el asunto de los alcaldes, el más delicado y el que puede dar al traste con toda la negociación si el PP mantiene su empeño.
Los populares, formalmente, no abandonan su defensa de la reforma de la ley de manera inmediata, antes de las próximas elecciones municipales, incluso aunque solo tuvieran el apoyo de su mayoría absoluta. Legalmente bastaría, aunque políticamente tendría un coste importante.
Los alcaldes y dirigentes regionales presionan a Rajoy con la idea de que el beneficio —mantener el poder, reforzar el bipartidismo y evitar el ascenso de partidos como Podemos y la inestabilidad política— es mayor que el coste. Pero fuentes del PP señalan que Rajoy tomará una decisión después de acabar la ronda de portavoces que iniciarán el jueves José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, y Alfonso Alonso, con el socialista Antonio Hernando.
Nada está aún escrito, según explican estas fuentes, y el presidente tiene que calibrar distintos aspectos. No es baladí el rechazo que presentan todos los grupos de oposición, como este martes volvieron a mostrar en el Congreso, uno tras otro.
El PP confiaba, y aún no lo descarta del todo, en convencer al menos a CiU, algo que sin embargo se antoja complicado por el momento político que atraviesan ambos partidos. El PNV, otro posible aliado, ya ha dejado claro que no acompañará al PP. “No vamos a entrar a discutir la reforma electoral para la elección directa de alcaldes porque no es el momento para hacerlo”, aseguró su portavoz, Aitor Esteban.
El PP se plantea incluso la posibilidad de plantear como propuesta exactamente la misma, con elección del alcalde en doble vuelta, que registró el PSOE en el Congreso en 1998. Los populares saben que los socialistas, antes de las municipales, no apoyarán ni siquiera esa solución porque creen que no es el momento, pero creen que así su negativa sería más difícil de defender.
Mientras, Alfonso Alonso defendía la reforma aunque sin dejar claro si el PP seguirá adelante sin apoyos. “El acuerdo entre los políticos es importante”, señaló el portavoz del PP al hablar de la reforma de la ley electoral, “pero el respeto a los electores lo es aún más”.
Alonso reconoció que el PP valora “mucho el acuerdo y el consenso y las reglas de juego, pero esta es una propuesta que no sólo está dirigida a los políticos. No podemos decir a la gente votad que luego los políticos haremos lo que queramos con vuestro voto”.
De acuerdo y de consenso también habla el nuevo PSOE siempre que “beneficie a los ciudadanos”, dijo de forma genérica el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Sí están dispuestos los socialistas a aceptar un diálogo franco y con voluntad de llegar a acuerdos. Pero el diálogo empieza mal por cuanto el PSOE se pregunta de modo retórico que tiene que ver un bloque de medidas de regeneración democrática con “romper las reglas del juego y hacer añicos consensos básicos”, como censuró Pedro Sánchez.
Sí es cierto que el PSOE tiene una amplia doctrina sobre la elección directa de alcaldes en doble vuelta y todo un arsenal de propuestas sobre el papel del alcalde, de los concejales y del pleno municipal. Pero ahora, a ocho meses de las elecciones municipales, el PSOE no quiere participar en un cambio de esta naturaleza que equivaldría a dejar fuera de los Consistorios a las minorías y haría muy difíciles los pactos.
“Una ley de país no puede ser una ley de partido”, insistió el secretario general del PSOE. Fuentes del PSOE interpretan con claridad que el PP les quiere poner en el brete de someterles un texto igual o similar a alguna de sus propuestas sobre la elección directa de alcalde. Aún así, no lo aceptaran, según la previsión inicial. Ahora bien, acudirán a la entrevista convocada por el PP y escucharán todos sus argumentos y propuestas.
El líder socialista no se mostró conciliador: “Hoy gobierna el partido del fraude, porque ha defraudado al fisco y a los votantes; porque no ha cumplido sus promesas y porque quiere cambiar la ley electoral para su beneficio”.
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