Garzón: “Un indulto de este Gobierno me denigraría. No lo hubiese aceptado”
El exjuez de la Audiencia Nacional, que no solicitó la medida de gracia, se toma "con humor" que le metan en el mismo paquete que Matas, Carromero o Muñoz
El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón recibe en Monterrey (México) la noticia de la denegación de su indulto. "Un indulto de este Gobierno me denigraría. Nunca lo hubiese aceptado. Sería un insulto y además, una contradicción, porque yo no he cometido ningún delito", asegura a EL PAÍS. Garzón, condenado a 11 años de inhabilitación por las escuchas de Gürtel, no había solicitado la medida de gracia. Lo pidió para él Medel, una asociación que agrupa a 15.000 magistrados, jueces y fiscales de la UE.
El Ministerio de Justicia ha denegado en bloque su indulto junto al del expresidente balear Jaume Matas, condenado por corrupción; el dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero, condenado en Cuba por un accidente en el que murieron dos de los ocupantes del coche que conducía; el ex alto cargo de Unió Democrática de Catalunya Lluis Gavaldá, que cooperó en la financiación ilegal de su partido; el torero José Ortega Cano, que cumple prisión por causar un accidente con su vehículo que costó la vida a otro conductor, y el exalcalde de Marbella Julián Muñoz, condenado por corrupción. Informado al respecto, Garzón responde: "Me lo tomo con humor y como un gesto más de este vergonzoso Gobierno, que no ha tenido ni la honestidad de resolver el caso aisladamente. No creo que tenga mucho que ver con esas personas, con todos mis respetos".
Garzón asegura que la denegación del indulto no ha sido ninguna sorpresa y que solo lo siente por Medel, que había hecho "una petición muy trabajada y bien argumentada". Medel solicitó el indulto en mayo de 2012, pero el pasado enero se descubrió que el expediente había estado perdido. Durante 18 meses no se había realizado ni un solo trámite.
El exjuez de la Audiencia Nacional agradece el gesto de la asociación de jueces y fiscales europeos, pero insiste en que para él, lo más importante es el recurso que ha presentado en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasbugo para demostrar su inocencia.
En cualquier caso, el exjuez de la Audiencia Nacional trabaja ahora en una fundación de defensa de los derechos humanos que lleva su nombre -la que acaba de llevarle a México- y como abogado, entre otros, del líder de Wikileaks, Julian Assange. También acaba de participar en unas conferencias sobre jurisdicción universal ante 300 alumnos en la Universidad de Milldebury, en Vermont.
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