El PP recuerda a Mas que la UE mantendrá la integridad de los Estados

El Partido Popular lleva meses vinculando las elecciones europeas con la defensa de los intereses de España. Trata de presentarse como la mejor garantía para la recuperación económica y la mejor opción de estabilidad política. Y, en pleno conflicto soberanista entre el Gobierno y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, los populares destacan ahora en su programa electoral “la unión y la integración como eje del proyecto europeo”.

El contrato del PP con los electores, que se presentará este lunes en Barcelona, elude referencias directas a las tensiones territoriales, pero ante la hoja de ruta independentista recuerda que “la Unión Europea es un proyecto de unión y no de dispersión”. “Necesitamos una España fuerte y unida para que se escuche nuestra voz. Uno de los principios de la Unión es mantener la integridad territorial de los Estados miembros que los Tratados garantizan. Para el Partido Popular ese principio es irrenunciable”, mantiene el programa, que, en cualquier caso, asegura que la unidad “no está, en modo alguno, reñida con el pluralismo”. “España es una nación en la que coexisten diversas lenguas, culturas y tradiciones. Un único e indivisible cuerpo político capaz de reconocer, proteger y potenciar su rica diversidad dentro de un común marco institucional de convivencia”, prosigue el texto. La formación apuesta por “la construcción de Europa desde el respeto a la diversidad de los Estados miembros, y desde la firme defensa de la unidad de España, del Estado de las Autonomías y del actual marco constitucional”. E insiste: “Defenderemos la integridad territorial de los Estados miembros que los tratados garantizan, dentro de un espacio único europeo y sin fronteras. La Unión Europea es un proyecto de unión y no de dispersión. Juntos somos más fuertes”.

El PP destaca 50 medidas centrales que, tras dos años y medio de Gobierno de Mariano Rajoy y una intensa política de recortes, giran en torno a los “compromisos” en los que hará hincapié la candidatura, encabezada por el todavía ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Esto es, “el crecimiento y el empleo como prioridad”, la “modernización y el progreso como objetivo”, en referencia a la estabilidad financiera, a la unión bancaria, a las medidas de apoyo a las pymes, transporte, la PAC; la integración del proyecto europeo; y “los ciudadanos como eje de la política social”. El programa, reza el borrador al que ha tenido acceso EL PAÍS, “apuesta, prioritariamente, por el crecimiento y el empleo como garantías de la sostenibilidad de la sociedad del bienestar” y los “intereses de los españoles”. “Hacemos de la defensa de los intereses de España en Europa nuestra principal política comunitaria, y aprovecharemos nuestra pertenencia al mayor partido europeo para que las necesidades y los intereses de los españoles se escuchen y se defiendan en todas las instituciones europeas”, abunda el texto.

Víctimas del terrorismo

Los populares, que atravesaron una grave crisis interna tras la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que deroga la doctrina Parot, aseguran que “intensificarán los mecanismos de lucha contra el terrorismo, manteniendo siempre firme, más que nunca, nuestro apoyo y reconocimiento a sus víctimas”. También se comprometen a impulsar “una Carta Europea de los Derechos de las Víctimas del Terrorismo” para “potenciar el respeto y la memoria desde una perspectiva integral, en la que participen junto a los poderes públicos, la sociedad civil y los medios de comunicación”.

Herencia

Las propuestas de carácter económico, en cualquier caso, serán el plato principal de la carrera europea y de la batalla entre Cañete, la aspirante socialista, Elena Valenciano, y el resto de formaciones. En este contexto, el PP insiste en desmontar la percepción general al recordar que los comicios del 25 de mayo afectan a todos. Es decir, “no se celebran en Bruselas sino en cada uno de los rincones de España”. Y, exactamente como ocurre en cada uno de los rincones del país desde que Rajoy llegó a La Moncloa, el partido mayoritario vuelve a escudarse en la herencia de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y a presentar al líder del PP como el salvador de la economía. “España ha atravesado una profunda crisis económica y financiera, que se vio agravada por el inmovilismo y la falta de medidas del anterior Gobierno… Y todo ello situó a España al borde del abismo, al borde de la intervención, como les ocurrió a algunos países de nuestro entorno…. El Gobierno de Mariano Rajoy afrontó desde el primer momento esta situación con firmeza, valentía y determinación”. Y el programa abunda: “Hemos logrado dejar atrás la recesión y el riesgo de intervención, hemos puesto en orden las cuentas públicas y corregido los desequilibrios que estaban estrangulando las posibilidades de crecimiento de nuestra economía, invirtiendo la tendencia en la destrucción de empleo. De la España del rescate hemos pasado a la España de la recuperación”.

Corrupción

El PP trata de borrar la repercusión del caso Bárcenas de la campaña, pero en su programa aborda también la corrupción. “Apoyaremos decididamente la creación de una Fiscalía Europea como instrumento indispensable para defender eficazmente los intereses financieros de la Unión y luchar contra la corrupción, el blanqueo y la evasión de capitales”, subraya el texto, que en cualquier caso reconoce que “la crisis financiera ha puesto una presión adicional sobre los europeos y sus Gobiernos, a los que legítimamente se les reclama un comportamiento ético fuera de toda duda”. Según el último informe anticorrupción de la Comisión, la corrupción por sí sola tiene un costo estimado para la economía comunitaria de 120 mil millones de euros al año, tan solo un poco menos que el presupuesto anual de la Unión. Así las cosas, mantiene el PP, “ahora más que nunca se requiere transparencia en el gasto e integridad en el desempeño del ejercicio público”.