Los partidos abren en el Congreso la precampaña de las europeas

A falta de más de dos meses para las elecciones europeas, la primera cita con las urnas desde el inicio de la legislatura, la precampaña ha entrado de lleno este miércoles en el Congreso. En los pasillos, por la mezcla de inquietud, ironía y resignación de los populares debida a la falta de decisión de Mariano Rajoy para designar ya su cabeza de lista. Y en el hemiciclo, por los protagonistas de la sesión de control al Gobierno y, especialmente, por los asuntos que cada partido ha planteado, buscando el más propicio para movilizar a los suyos. De los protagonistas, la más destacada fue la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, porque ya está en campaña, por asumir el papel más visible de la oposición y por convertirse en el objetivo a batir, a falta de adversario visible en el cartel del PP.

“Después de escucharla tengo que decirle, señora candidata, que ha venido usted a hacer un breve mitin de la campaña europea. Le deseo buena suerte, aunque no buen resultado en su campaña electoral”, le ha respondido el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, actuando como si fuera el rival electoral de Valenciano.

Tanto se ha metido en el papel electoral el ministro, que hizo referencia a las palabras de la socialista en un acto el domingo, cuando aseguró que quería para Europa el modelo de Andalucía: “¿A qué se refería? ¿Quiere que gobierne la Comisión Europea aquel que pierde las elecciones en lugar del que las gana, como ha pasado en Andalucía? ¿Quiere una tasa de paro del 35%? ¿Quiere un fracaso escolar como el que tiene Andalucía? ¿O quiere que Europa tenga un sistema de ERE falsos, que es lo que caracteriza y define a Andalucía?”. En Andalucía, donde el PSOE está en ascenso y el PP ausente, es donde está el principal vivero de votos en el que los socialistas buscan recuperarse y donde los populares temen perder el 25 de mayo.

La pregunta que ha provocado esa respuesta se refería al aborto y al recorte de libertades por parte del Gobierno, y anticipa las líneas por las que discurrirá la campaña socialista. “Me refiero a las tasas judiciales, que han quebrado en la práctica el principio de igualdad de acceso a la Justicia; a las normas que criminalizan la protesta social y que hacen en la práctica también imposible el ejercicio de manifestación y de expresión; a la liquidación del principio de justicia universal que permite perseguir los crímenes contra la humanidad, y a su pretensión de que las mujeres sean tuteladas en una de las decisiones más importantes de su vida”, ha dicho la socialista.

En esa estrategia de intentar diferenciarse del PP, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha preguntado sobre la reforma de la educación, para reiterar el propósito de derogar la ley de reforma si gobierna. “Ha podido utilizar la educación para atacar la crisis. En lugar de eso, lo que ha hecho es aprovechar la crisis para atacar a la educación”, ha afirmado.

Rajoy ha respondido acusándole de inmovilismo y con el argumento de que “ya han pasado entre 20 y 25 años desde que ustedes hicieron esas leyes de educación. Creo que instalarse en el inmovilismo 25 años más tarde, después de los cambios que se han producido en el mundo, no conduce a parte alguna”. Paradójicamente, Gallardón defiende para la ley del aborto la necesidad de volver a la norma de supuestos de hace 30 años; es decir, el argumento contrario.

En ese escenario preelectoral, el Gobierno ha vendido este miércoles en reiteradas respuestas del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, su futura reforma fiscal, que aprobará en vísperas de la campaña. Y la portavoz de UPyD, Rosa Díez, enarboló la bandera de la lucha contra la corrupción y la crítica a la actuación de los dos grandes partidos: “La corrupción es algo más que llevarse el dinero de los ciudadanos. La corrupción es la politización de la justicia o de los órganos de control”.