Madrid agita el debate de las balanzas fiscales al presentar su propio cálculo
La Comunidad presidida por Ignacio González ha aplicado el nuevo método de Hacienda Las regiones más ricas registran más déficit que las demás
La Comunidad de Madrid ha prendido la mecha del delicado debate sobre las balanzas fiscales y la financiación autonómica. El consejero madrileño de Hacienda, Enrique Ossorio, presentó ayer un nuevo cálculo del saldo entre los recursos que aporta cada comunidad al Estado y los que recibe. El responsable madrileño ha usado, por primera vez, la nueva metodología empleada por el ministerio de Hacienda, diseñada hace unas semanas por un grupo de académicos.
El resultado no es muy diferente al que presentó el exministro socialista Pedro Solbes en 2008. Las comunidades más ricas, aquellas que tienen más recursos, pagan más de lo que reciben y son las que registran un mayor déficit fiscal. Según los cálculos de la Comunidad de Madrid, realizados con datos de 2005 —los últimos disponibles con tanto detalle—, Madrid, Barcelona y Baleares presentarían un saldo negativo. La Comunidad de Madrid tendría un déficit de 12.881 millones, que equivale al 8% de su PIB [menos que los cálculos de Solbes, que le atribuía un déficit de entre el 8,8% y el 9,1%]; Cataluña registraría números rojos por 9.283 millones, un 5,5% del PIB [también menos que con Solbes: 6,3% y 6,5%]. Madrid aprovecha los datos para quejarse de que es la comunidad más perjudicada por el sistema de financiación.
El método usado por la Comunidad presidida por Ignacio González, denominado “carga beneficio”, consiste en imputar a todos los territorios la parte proporcional de los gastos generales del Estado. Es decir, el gasto del museo del Prado se repartiría entre todos los territorios porque beneficia al conjunto del país. Lo mismo pasaría con las estaciones del AVE, los cuarteles del Ejército o los gastos de los ministerios.
Un modelo más completo
El Instituto de Estudios Fiscales, el órgano de análisis y estudios del Ministerio de Hacienda, publicó el pasado 4 de febrero el nuevo método para calcular las balanzas fiscales. La fórmula se basa en el método de carga beneficio y se ha bautizado como “sistema de cuentas públicas territorializadas”. Consiste básicamente en calcular cuántos recursos aporta cada comunidad al sistema y cuántos recibe. Para ello se reparten de forma proporcional los gastos generales del Estado entre cada uno de los territorios. Lo novedoso es que el equipo de expertos, formado por los profesores universitarios Ángel de la Fuente, Ramón Barberán y Ezequiel Uriel, destripa la información financiera y tributaria de cada comunidad para elaborar las cuentas y ofrecer un nivel de detalle mucho mayor.
Aunque el método es público, los expertos evitaron hacer los cálculos sobre las balanzas fiscales porque los últimos datos disponibles son antiguos, de 2005, y prefieren esperar unas semanas para publicar las balanzas con datos actualizados.
Madrid, sin embargo, ha aprovechado este método para hacer sus cálculos. La conclusión es que el resultado es muy parecido al que obtuvieron los modelos elaborados por el exministro Pedro Solbes en 2008. Madrid aportó 53.694 millones de euros al sistema y recibió 40.812 millones. El saldo, déficit, fue de 12.881 millones, el 8% de su PIB.
En Cataluña recelan de esta fórmula porque consideran que para calcularla hay que incluir muchos supuestos subjetivos. Por eso prefieren el sistema conocido como “flujo monetario”, en el que solo se consideran los fondos netos que entran y salen de cada autonomía. Es decir, el museo del Prado únicamente se computaría en Madrid, al igual que la nueva terminal del aeropuerto de El Prat solo se adjudicaría a Cataluña.
Pero Madrid ha ido más allá y ha estimado el saldo que tendrían el País Vasco y Navarra. El consejero madrileño protesta porque estas dos autonomías, a las que califica como “ricas”, tienen un saldo positivo de 2.719 millones y 548 millones respectivamente.
Al presentar estas balanzas fiscales, azuza el debate sobre el sistema de financiación y el reparto de los recursos. Extremadura ya ha avanzado que también presentará sus propios cálculos en los próximos días. Y Cataluña, que prepara su propia balanza fiscal, que calculará con sus criterios a raíz del método de Hacienda.
Tras el debate de las balanzas fiscales subyace la guerra por los fondos del sistema de financiación. Las comunidades utilizan estas cifras como argumentos para reclamar más recursos del sistema de financiación, que se tiene que revisar este año.
Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Galicia y La Rioja ya han creado un bloque para defender que en el nuevo modelo tengan más peso los criterios de densidad de población, dispersión geográfica y envejecimiento.
El consejero de Madrid presentó ayer el diagnóstico del sistema de financiación que remitirá a Hacienda, junto con sus propuestas de reforma. Ossorio calificó el actual modelo como “complejo y falto de transparencia”. El sistema reparte los recursos en función de una población ajustada —se calcula teniendo en cuenta el envejecimiento, la dispersión, insularidad y otros criterios—. Madrid considera que con ese cálculo la región pierde a 600.000 habitantes en el cómputo de los servicios de sanidad. Ossorio también lamenta el reparto del IVA. Considera que Madrid está infrafinanciado porque tiene un PIB del 19,5% del total y solo recibe el 17% del consumo total. “En las regiones ricas se consume más y nosotros, sin embargo, recibimos menos”, asegura Ossorio, que reclamó que si Madrid tiene un índice de capacidad fiscal (tasa de ingresos) del 133 antes del reparto —100 es la media— no puede bajar hasta el 95 después del reparto.
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