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Rajoy sobre los incidentes de Burgos: “Espero que terminen con celeridad”

El presidente cree que su visita a la Casa Blanca se ha producido “en el mejor momento”

Miguel González (ENVIADO ESPECIAL)
Rajoy, durante su visita  a la Cámara de Comercio de EE UU.
Rajoy, durante su visita a la Cámara de Comercio de EE UU.Diego Crespo (EFE)

“Hubiera preferido que no se hubieran producido y espero que terminen con cierta celeridad. [Pero] el pueblo español, en una situación complicada y difícil, tras cinco años de crisis, ha dado muestras de estar a la altura de las circunstancias más que sobradamente”. Con estas palabras se ha referido el presidente Mariano Rajoy a los incidentes que se han producido en los últimos días en el barrio burgalés de Gamonal, ante la oposición de los vecinos a los planes urbanísticos del ayuntamiento del PP. Obviamente, no se refería solo a un conflicto local, sino al temor a que la tensión acumulada por el deterioro de los condiciones de vida de millones de ciudadanos en España pudiera llegar a desencadenar una explosión social.

En un encuentro informal con periodistas, en el que se ha mostrado satisfecho y relajado, Rajoy ha hecho balance de su primera visita oficial a Washington, cuyos momentos estelares han sido una entrevista con el presidente Barack Obama y un almuerzo con más de 150 empresarios en la Cámara de Comercio estadounidense. A pesar de que ha tenido que esperar dos años para visitar la Casa Blanca, Rajoy está convencido de que el viaje se ha producido “en el mejor momento”, ya que le ha permitido “presentar resultados”.

El presidente español ha exhibido ante sus interlocutores estadounidenses la reducción de la prima de riesgo (que ha permitido ahorrar 8.700 millones al tesoro), el superávit de la balanza exterior o el freno a la destrucción de empleo. Respecto a la reducción del déficit y a falta de conocerse el dato definitivo, se ha mostrado confiado en que se ha cumplido también el objetivo fijado para 2013 (6,5% del PIB). Son estos resultados los que le hacen mostrarse optimista de cara al futuro: “Se demuestra que los esfuerzos que hemos tenido que imponer a la gente al final sirven”.

Rajoy se sorprende de los estudios que denuncian el aumento de la desigualdad social en España y se muestra convencido de que no forma parte de los países con mayores diferencias salariales, aunque se excusa: “El Gobierno no puede fijar los sueldos de los directivos”.

Preguntado si cree que la mayoría de los ciudadanos coinciden con su optimismo sobre la situación económica, responde con ironía: “Algunos no, basta con leerlos”. Más en serio explica que, “en general, hay coincidencia en que la situación económica está mejor, pero también que [la mejoría] es insuficiente. Sería irresponsable que estuviéramos contentos con tan alta tasa de paro”.

La amabilidad de Obama, quien recordaba todas las ocasiones en que se habían encontrado antes, su capacidad para “ir al grano” y abordar todos los temas previstos en la agenda, “sin perder el tiempo”, son algunas de las cosas que destaca Rajoy de su reunión en la Casa Blanca, que duró exactamente 1 hora y cinco minutos. No espera resultados concretos de su viaje, pero sí un impulso a las relaciones económicas bilaterales, especialmente tras su encuentro con la secretaria de Estado de Comercio, Penny Pritzker.

“¿Alguien le ha preguntado por el proceso soberanista catalán?”, se le preguntó. “Sí, la agencia Efe”, dijo, en alusión al periodista que le planteó el asunto durante su comparecencia conjunta con Obama. “Nadie más”, apostilló, queriendo disipar la idea de que este asunto preocupa fuera de España.

Antes de tomar el avión de regreso a Madrid, Rajoy confesó a los periodistas que no tiene “ninguna intención” de cambiar la política penitenciaria hacia ETA, como le reclama el lehendakari Urkullu, y que aseguró tampoco tiene “ninguna prisa” por designar al cabeza de lista del PP para las elecciones europeas. Especialmente, porque tampoco el PSOE lo ha hecho.

De otro lado, fuentes gubernamentales han señalado que será el ministro de Industria, José Manuel Soria, quien sustituya a Rajoy en el Foro Económico de Davos, donde el presidente tenía previsto vender la recuperación de la economía española. Las mismas fuentes negaron que la cancelación de su viaje se deba a que no le gustara la composición de la mesa redonda en la que debía intervenir (le correspondía hacerlo con los primeros ministros de Irlanda y Holanda y el presidente de la Comisión Europea). El propio Rajoy lo atribuyó ayer a “razones de agenda”. En tono de broma, alegó: “Las improvisaciones también hay que prepararlas”.

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Sobre la firma

Miguel González (ENVIADO ESPECIAL)
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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