PSOE y PSC se citan de urgencia para abordar la estrategia ante la consulta

La “profunda preocupación” de la dirección del PSOE sobre la situación creada en Cataluña se ha disparado en los últimos cuatro días. Fuentes de la ejecutiva federal cuentan que han estado analizando desde el pasado jueves las reacciones públicas —de políticos y de medios de comunicación— a la convocatoria oficiosa de un referéndum de autodeterminación que realizó aquel día el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Y su conclusión es que las reacciones que se han producido en Cataluña —muy poco críticas por lo general con una consulta que el PSOE considera intolerable— añaden gravedad al problema.

Por eso, los socialistas quieren dejar sentada su posición firme contra el referéndum y hacerlo “codo a codo” con el PSC, el partido que los representa en esa comunidad. Las ejecutivas de ambos partidos se reunirán en Cataluña en breve —antes de fin de año, probablemente— para afinar esa estrategia, según anunció ayer la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Es la primera vez que PSOE y PSC se reúnen —al menos de forma pública y con esa solemnidad— desde que la Generalitat lanzó su órdago soberanista hace 15 meses. “Nos importa mucho que se sepa que el PSOE y el PSC estamos juntos en esto”, señaló Valenciano.

El PSC siempre ha dicho que está en contra de la independencia pero a favor de la consulta si esta es “legal y acordada” con el Estado. Eso le ha llevado durante meses a apoyar en unos casos y rechazar en otros las iniciativas parlamentarias sobre la consulta, en un difícil juego de equilibrios. Finalmente, el pasado 17 de noviembre el PSC pisó el freno y anunció su voto negativo a cualquier iniciativa soberanista en el futuro. Por su parte, el PSOE sostiene que ningún referéndum de autodeterminación puede ser ni legal ni acordado porque “no cabe” en la legalidad española, según recordó Valenciano. En eso, en poner “pie en pared” contra la consulta, el PSOE va a estar con el Gobierno del PP: “El presidente sabe que nos tiene a su lado para frenar radicalmente este desafío soberanista en Cataluña”, afirmó.

Los socialistas no son, sin embargo, partidarios de tomar ninguna medida contra la Generalitat si esta va dando pasos hacia el referéndum (como elaborar un censo o reservar una partida presupuestaria); sostienen que bastará con que el Gobierno recurra ante el Constitucional y confían en que así la consulta no llegará a celebrarse. Valenciano —que tachó de “componenda política” las dos preguntas de la consulta pactadas por CiU, ERC, ICV y la CUP y arremetió contra IU porque su socio ICV las ha avalado— aseveró que “el problema de Cataluña no es imaginario, sino real”, y que “hay que moverse”. Por eso volvió a defender el “diálogo” y la reforma de la Constitución (una solución que no aceptan el PP ni los partidos catalanes que impulsan el referéndum). “Construyamos el consenso. También en la Transición hubo que construirlo”, concluyó.