El Gobierno solo es puntual con la cuarta parte de las preguntas de los diputados

La oposición se queja de la tardanza del Gobierno en responder a sus preguntas por escrito de manera que los asuntos pierden vigencia y las posibilidades de control se diluyen. En su descargo, el Ejecutivo argumenta la dificultad, cuando no imposibilidad, de responder en tiempo reglamentario a decenas de miles de preguntas, para lo que necesitarían efectivos humanos de los que carece la Administración. En estos casi dos años de legislatura, que se cumplirán el próximo mes de diciembre, la oposición ha presentado 72.537 iniciativas, de las que 31.534 son preguntas al Gobierno de las que se espera respuesta por escrito. Aunque el retraso no es desmesurado, no se cumple el plazo de 30 días en los que el Ejecutivo debería responder, según el Reglamento del Congreso. Solo responde a tiempo a una cuarta parte de los diputados, con una demora en estos momentos de 17,6 días, según ha respondido la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes al portavoz adjunto de CiU, Pere Macias, último de los diputados en reclamar más celeridad.

Aunque el Gobierno se siente agobiado por la avalancha de preguntas, de momento el ritmo al que le quiere someter la oposición no es tan intenso como el sufrido por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, durante sus dos legislaturas. La última, de menos de cuatro años, terminó con 104.313 preguntas al Gobierno. Con esa cifra, a no ser que se produjera un incremento muy fuerte en los dos años que restan de legislatura, la administración gobernada por el PP no tendrá tanta presión como la que los parlamentarios pusieron a los gobiernos socialistas.

La espita la ha abierto esta legislatura el parlamentario de CiU Pere Macías que ha querido ir “de lo particular a lo general”, según señalan fuentes de la formación catalana. Una vez constatado el retraso permanente en las respuestas que dirigía al ministerio de Fomento, decidió preguntar al Gobierno cuál era el ritmo de respuesta. Se trataba de conocer si solo le pasaba a él con Fomento o afectaba a todas las áreas. En efecto, el retraso es generalizado, según reconoce el Gobierno en su respuesta al señalar que la demora es de 17,6 días aunque asegura que está haciendo un ímprobo esfuerzo para sacar adelante el trabajo pendiente. De momento, solo consigue responder a tiempo a poco más del 24% del bloque de preguntas.

En su respuesta y como descargo el Gobierno, recalca que las preguntas formuladas, la mayoría de carácter muy técnico con requerimientos de muchos datos, consume un tiempo más dilatado de lo que le marca el Reglamento del Congreso. En la misma respuesta, el Gobierno alude al pasado protagonizado por los gabinetes socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero para subrayar que tardaban más. En la última legislatura la demora en las respuestas fue de 18,7 días y en la anterior superó los 67 días en algunas etapas.

Si la falta de efectivos humanos es ahora la causa del retraso al que alude el gobierno del PP, lo mismo ocurría en los tiempos de los gobiernos socialistas cuando la avalancha de preguntas fue mucho mayor. En la legislatura pasada, en menos de cuatro años, la oposición formuló 104.313 preguntas, estando en la presidencia del Congreso el socialista José Bono. Pero fue en la anterior, en la IX legislatura, primera de Zapatero y con Manuel Marín en la presidencia, cuando se produjo el récord de toda la democracia, aún sin superar: La oposición formuló al ejecutivo socialista 139.567 preguntas.

En el ranking de preguntas se sitúa en esta legislatura el diputado Chesus Yuste de Chunta Aragonesista, dentro de Izquierda Plural, con 2.629 preguntas, seguido del diputado del PSOE por Málaga, Miguel Ángel Heredia, que ha formulado 1.765. El tercer puesto corresponde a Gaspar Llamazares, de Izquierda Plural, con 1.441, y muy cerca está el socialista Félix Lavilla, con 1.364. Susana Sumelz, del PSOE, con 1.287; Rosa Díez, líder de UPyD, con 1.223; Antonio Trevín, del PSOE, con 1.110; Pere Macías, de CiU, con 1.078; y Laura Seara, del PSOE, con 926, completan la lista de los 10 diputados con más preguntas al Gobierno.