Rubalcaba y Duran se reúnen en el Congreso para hablar de Cataluña

“Tenemos un problema grave y estamos de acuerdo en seguir trabajando, en seguir dialogando, en continuar en la búsqueda de soluciones con el objetivo de seguir juntos”. En estas pocas palabras se condensa el sentir de los dos máximos dirigentes del PSOE y de Unió Democràtica de Catalunya, UDC, Alfredo Pérez Rubalcaba y Josep Antoni Duran Lleida, tras su reunión en el despacho del primero en el Congreso de los Diputados.

Muchas son las coincidencias de diagnóstico sobre Cataluña, según el cual la mayoría de los catalanes quieren un cambio de estatus, cuando no directamente la independencia. La diferencia entre ambos se sitúa en la solución. El dirigente socialista quiere seguir la senda del cambio constitucional para encontrar un mejor encaje de Cataluña en tanto que Duran, que no quiere la independencia, estima que la consulta es imprescindible e ineludible.

La sintonía personal entre Duran y Rubalcaba se remonta a muchos años atrás y ahora también respecto a la coincidencia de que el problema con Cataluña “es muy grave”, por la dificultad de la solución y porque está insertado en la mayoría de la sociedad catalana. Ambos quieren trabajar en pro de una solución “para seguir juntos”, en referencia a Cataluña con el resto de España, según ha señalado Rubalcaba. Este le ha explicado a Duran que en ningún caso está por la labor de que se vote en referéndum el devenir de Cataluña, pero sí le insta a que se aborde la reforma de la Ley Fundamental. Ahí no hay acuerdo.

"Se equivocan quienes creen que lo que ocurre es un problema para Cataluña; es para toda España”, ha dicho Duran tras la reunión y con el recordatorio de que hace tres semanas avisó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que si no se movía podría encontrarse con una declaración “unilateral de independencia” del Parlamento de Cataluña. No fue una amenaza, ha precisado, como así se apreció en esa sesión del Congreso, sino una advertencia de que esa situación se podría dar. “La sensación de inestabilidad sobre la economía española” se cerniría si eso ocurriera y “la prima de riesgo se dispararía”, ha pronosticado Duran para dar cuenta de que el problema es para todos.

La consulta, por tanto, es a su juicio la mejor solución entre otras dos alternativas: “el choque de trenes y la inmovilidad”. La primera no la quiere en absoluto, y la segunda, no hacer nada", es imposible e inaceptable para los catalanes que no quieren quedarse como están, ni mucho menos”.

Ninguna de estas dos opciones – el enfrentamiento o la nada – la quiere Rubalcaba, pero tampoco puede admitir un referéndum como sí quieren sus compañeros del PSC, aunque desde luego para hacer campaña en contra la independencia. No queda otro remedio, según Rubalcaba, que seguir “dialogando” con todos, “para buscar soluciones”, con el objetivo de “seguir juntos”.